Reflexiones acerca de la Konami que nos deja su presentación pre-E3

Con toda la movida que genera el asunto del inminente E3, Konami ha hecho algo ciertamente inusual y extrañamente contenido para lo que suele ser su política actual. Con tan solo tres títulos en cartera, tal vez los seguidores de la compañía nipona seguramente esperaban más; alguna sorpresa que nos hiciera saltar de sorpresa.

Un Contra, otro Silent Hill... creo que cualquier anuncio de nuevo cuño hubiese sido más que bienvenido, justo cuando propios y extraños sabían de medio a medio el contenido de la presentación. Es más, no han sido pocos los que se han llevado las manos a la cabeza tras ver que Castlevania: Lords of Shadow 2 se ha puesto muy por encima de Metal Gear Solid V en el vídeo que hemos contemplado. Mientras que a Snake solo lo hemos visto moviéndose a través de Kiefer Sutherland y sus sensores detectores de movimiento facial, al juego de Mercury Steam se le ha dado un repaso alucinante, con un impactante trailer que ha abierto el apetito de medio mundo.

A pesar del tratamiento de poder que se le ha tratado de dar a la empresa, es cada vez más evidente que los recursos que destina Konami en lo que a videojuegos se refiere dista mucho de parecerse al de, por ejemplo, hace diez años. Bien es cierto que el baremo no se puede equilibrar, costando un desarrollo actual bastante más que antaño, pero basta recordar el line-up de Konami en el E3 del 2003 para que nos demos cuenta de cómo ha cambiado la cosa. En dicho evento, la multinacional japonesa presentó ni más ni menos que veintidós títulos, de entre los cuales se pueden destacar nombres como Gradius V, Boktai, Castlevania: Lament of Innocence, Metal Gear Solid 3, Metal Gear Solid: The Twin Snakes o Silent Hill 3.

No se mencionó en este show pre-E3, pero como ya he contado en otras ocasiones, Konami expande su emporio a través de vías que poco o nada tienen que ver con el sector del videojuego. Taxis, gimnasios, aparatos y accesorios deportivos, centros educacionales... Vaya si ha cambiado el asunto desde aquella Konami que allá por los años ochenta se dedicaba de pleno al ocio electrónico, buscando desesperadamente a una Sony que le publicara sus cartuchos de MSX al no disponer de la infraestructura necesaria de cara a lanzar los juegos fuera de Japón. Ahora el gigante japonés tiene muchos tentáculos... y el de los videojuegos no es precisamente el más importante.

Sin embargo, y estando a punto de cumplir los 45 años, esta empresa se acordó de esos viejos tiempos rememorando sus primeros lanzamientos. Más de una lagrimilla cayó cuando en la presentación que hoy nos ocupa se vio en pantalla al mítico Track & Field. Por esta vía, ojalá Konami mire su mágico legado y decida volver a sus orígenes; dejarse de tanto desarrollo casual para móviles, olvidarse un rato de los Pachinko de Gradius y Castlevania y, ojalá, nos sorprendan anunciando un nuevo Goemon, un Knightmare o, imagínate, un Suikoden. Yo no pierdo la fe.