1. Mundogamers
  2. Noticias
  3. PS4

Recorriendo la calles con ella en The Last of Us Parte II

'Abby' Road
Por Adrián Suárez Mouriño

Aviso: spoilers hasta que Lev dice 'juay'

 

Abby es un personaje muy interesante, atractivo y valiente. Lo mejor de ella y de su presencia en The Last of Us Parte II es cómo está escrita. Naughty Dog se ha arriesgado mucho con ella. Abby es tremendamente humana, imperfecta y comete errores. Es moralmente más débil que Ellie y Joel, los cuales cumplen mejor con el perfil de héroe que se espera en un videojuego. Joel está curtido en mil batallas y es un mercenario potente, mientras que Ellie cuenta con lo que es un superpoder en su mundo: es inmune. 

 

Pero Abby no. Tiene miedo a las alturas, ha quedado fuertemente marcada por la muerte de su padre hasta el punto de dinamitar su relación con Owen, a quien quiere. Sin embargo, no es capaz de poner en orden sus sentimientos y se comporta como una expareja tóxica, obligando a Owen a que su mujer embarazada sepa que ella le ha ido a visitar. No ha pasado página porque hacerlo en esta situación es muy difícil. Y todos hemos sido unos capullos con nuestros ex alguna vez. Joel es capaz de masacrar a todo un cuerpo médico, decidir que no se lo va a contar a Ellie y ser feliz porque es un héroe de videojuego. Pero Abby es un ser humano.

 

 

Tiene miedo a las alturas y se ha dejado engatusar por los Lobos. Pero a la vez está abierta al cambio, a dejar de llamar Scars a los Serafitas y de ayudar. Todo esto la convierte en un personaje tremendamente creíble e interesante. Con ella, sí parece que estamos viviendo un apocalipsis en el que podemos morir.

 

Su físico también es apasionante. Ella no es una superheroína, ha decidido sacrificarlo todo por encontrar a Joel y vengar a su padre, por lo que entrena, entrena y entrena para lograrlo. Me parece formidable como sus músculos funcionan como hitos narrativos para que entendamos ese esfuerzo y esa obsesión progresiva. En sus flashbacks no tiene un físico tan desarrollado, pero sí en tiempo presente. Porque su obsesión la guía y la convierte en quién ella cree que ya está preparada para llevar a cabo su venganza.

 

The Last of Us Parte II maneja muy bien estos temas: la noria que seguimos a lo lejos, el físico de Joel que se estropea, los tatuajes de Ellie que crecen... Son todo elementos para contextualizar los cambios de estado de la narración.

 

Además de todo esto, Naughty Dog hace un arriesgadísimo ejercicio de cambio de personaje cuando pasamos a controlarla por segunda vez. Cuando llevamos ya varios días en Seattle siendo Ellie, cuando estamos próximos al desenlace de la aventura, The Last of Us Parte II te cambia el rol y pasas a ser Abby volviendo de nuevo al día uno; es decir, retrociendo en el tiempo.

 

Esto provoca una pereza instantánea e incluso que la odies, ¿y por qué? Pues porque da toda la impresión de que el videouego quiere justificar los actos de Abby jugándola. Sin embargo, al cabo de pocas horas con ella descubrimos que Abby es más interesante que Ellie y Joel. Porque es humana, porque tiene miedos, obsesiones, porque se equivoca y porque para sobrevivir en este mundo tiene que entrenarse. No tiene poderes especiales y lo da todo por llegar a sus metas.

 

Y luego además conoce a un ninja ex-nazi shaolin, forman el mejor equipo y The Last of Us Parte II empieza a brillar de verdad. Ojalá más personajes como Abby. Ojalá menos héroes. Ojalá más perfecta imperfección.


<< Anterior Siguiente >>