Quiero The Last of Us 2
Hace un año más o menos se montaba el debate a raíz de las declaraciones de Neil Druckmann acerca de un más que posible The Last of Us 2. Ahora, casi doce meses después y tras múltiples deslices de la compañía, de sus trabajadores, de su actor de doblaje y de la abuela de Bruce Stroley, que se lo ha dicho a una amiga en el mercado mientras compraba pescado, todo parece apuntar a que sí o sí, el siguiente anuncio que tendremos cuando Uncharted 4 esté finalmente en el mercado -puede que antes- será una ya más que obvia secuela de la historia de Joel y Ellie.
Guay, ¿no?
Pues por lo visto no, y no acabo de entender del todo por qué. Oh, sí, me conozco los argumentos: La historia termina tal y como debe terminar y no deberían corromperla, no deberían exprimir el producto, mejor que creen mundos y universos nuevos en los que desarrollar nuevas historias...
Muchos argumentos de mayor o menor valor que, sin embargo, no acaban de convencerme. Y es que lo miremos como lo miremos, The Last of Us no termina como tal, sino que bien mirado no es más que un prólogo, la presentación de un escenario en el que pueden ocurrir una y mil cosas. ¿Qué es lo que hace a Ellie tan especial? ¿Acaso no hay más como ella? ¿Son los Libélulas los únicos interesados en buscar una cura en todo el maldito planeta?
Por otro lado, el argumento de exprimir el producto me parece de coña. ¡¡Es que no queremos que se convierta e Assassin's Creed!! dicen algunos, y oye, coincido con ellos, pero ya han pasado casi tres años del capítulo original. Un periodo más que decente para hablar de una más que posible segunda parte, especialmente si en Naughty Dog son listos -y vaya si lo son- y deciden presentar un nuevo hilo argumental.
Cuéntame algo nuevo
Finalmente damos con el argumento de la originalidad del escenario y de que mejor que inventen nuevos mundos e historias. A estas alturas dudo que nadie crea que The Last of Us nació íntegro de la mente privilegiada de Druckmann y Stroley, y ya son mil los artículos acerca de cosas como la novela The Road de Roman McCarthy, la interpretación de la obra de Richard Matheson, I Am Legend -llevada al cina como Soy Leyenda por Francis Lawrence con la actuación del Príncipe de Bel Air-, y otras inspiraciones menos obvias como Revolution, la serie de Eric Kripke que bebe directamente de la novela de Mathison con un planteamiento, eso sí, muy diferente.
Sea como sea, Naughty Dog es maestra en contar historias de cosas que ya han sucedido anteriormente en el cine y la literatura. Experta en narrar con un tono propio que los hace muy, pero que muy grandes. No necesitan un nuevo escenario porque el de The Last of Us es estupendo para seguir generando aventuras. No necesitan cambiar porque nada de lo que pase a posteriori cambirá lo que sabemos de Ellie y Joel, y pueden hacer lo que les de la gana, que por algo es su juego y se lo follan cuando quieren.
Hay que ser menos miedoso
El otro día, super Dayo hablaba de cómo a principios de milenio la paranoia de que el videojuego no fuera contemplado como arte nos llevaba a sobrevalorar los pequeños logros de la industria y a poner 'nuestros dieses, señor' a todo aquello que pudiera sacarnos del abismo del frikismo absoluto, de la oscuridad del mochilismo rolero de foto con la hucha al aire de la que algunos pretendían escapar.
Afortunadamente eso ya pasó, y por eso no entiendo que haya problemas con una segunda parte de este The Last of Us al que le vendrían bien agunos cambio, un soplo de aire fresco y nuevos personajes y localizaciones en las que enfrentarnos a lo que ya conocemos.
No entiendo la reticencia a la continuación en base al mal entendido espejismo de la 'perfección' de un capítulo original al que aún le queda mucho por crecer. Según esta forma de pensamiento no estaría casado con mi mujer, pues tras nuestro primero polvo, que fue perfecto, habría tenido que dejar la relación 'para mantener su perfección'. No comería buenas comidas para no alterar la perfección del entrecot que devoré en una Steak House en Manhattan, no volvería a beber Tennessee whiskey porque nada superará al Jack Daniel White, ni whisky porque ya no me llega para una Johnie Waker Blue label.
No volvería a vivir, en fin, porque en todo lo que me gusta he alcanzado la perfección -o su espejismo al menos-... Y la mera idea de seguir esta corriente me parece aterradora. Así que adelante, Naughty Dog, dadle caña a ese The Last of Us 2, y a quien no le guste, que no lo compre. Total, todos sabemos que los que más se quejan son los mismos que lo pondrán por las nubes poco antes de que salga al mercado.
¡Nos leemos!
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