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Pinball FX 2 y otras máquinas del millón

Por fin en Steam
Por José Manuel Fernández "Spidey"

Curioso ha sido el tránsito de Pinball FX 2 en estos últimos años. Siguiendo la política de Microsoft con los títulos que apadrina, los primeros beneficiados de su magna existencia fueron los usuarios de Xbox 360, que lo recibieron en octubre del 2010. Por su parte, el maravilloso pinball de Zen Studios acompañó con una notable conversión al lanzamiento de Windows 8 dos años después, funcionando en exclusiva para este sistema operativo.

 

Ahora, luciendo palmito a través de Steam, el resto de mortales poseedores de Windows XP, Vista y Windows 7 podrán disfrutar de un juego que se antoja poco menos que imprescindible a poco que te gusten los pinball, un título magnífico en cuanto a prestaciones y redondo en lo que a sensaciones se refiere, recreando al milímetro las formas y la jugabilidad de una de estas maquinitas del millón. Y encima con un puñado de mesas que harán las delicias de los más frikis del lugar, con varios tableros temáticos de Star Wars, una ristra basado en personajes del universo Marvel, otros originales... En definitiva, una pasada.

 

Os puedo asegurar que es tan divertido como parece.

Cabe destacar que en Zen Studios son unos auténticos especialistas en la materia, habiendo comenzado con estos de las bolas en 2007 con el primer Pinball FX (en exclusiva para Xbox Live Arcade) y Flipper Critters (para Nintendo DS). Suyo también es Zen Pinball, juegazo que saliera en iOS, Android, PlayStation 3 y Nintendo 3DS, siendo en este último sistema uno de los títulos de cabecera del que esto suscribe. Y es que eso de hacer puntos y puntos con una esfera metálica es algo a lo que servidor llega jugando desde que era niño.

 

Tengan ustedes en cuenta que visto unas canas de impresión, y en su día descubrí esto de los pinball mucho antes de que Space Invaders alumbrara mi camino a seguir en términos de sano vicio. Y claro que me encantaba eso de las lucecitas, las campanas y los bumpers haciendo saltar la bolita. Fijaos la sorpresa que supuso en mí cuando mis padres me regalaron una alucinante mesa de pinball unas navidades de finales de los setenta, un trasto que ocupaba una cuarta parte de mi habitación y que me daba horas y horas de diversión.

 

Si esta mesa no os convence de cara a jugar a Pinball FX 2, no sé qué lo puede hacer...

Claro está que, ya con los ordenadores personales de por medio, no tardé en trastear con aquellos videojuegos que recreaban estos aparatos. En 1983 Electronic Arts plasmó en los circuitos del Commodore 64 un divertido entretenimiento en la forma de Pinball Construction Set. Un año después, Hal Laboratory (los papis de Kirby) llevaron al estándar MSX un alucinante pinball llamado RollerBall, juego que sirvió claramente de inspiración para el exitoso Time Scanner de Sega. Pasé por otros títulos menores como Macadam Bumper o Advanced Pinball Simulator hasta llegar a la auténtica estrella del género.

 

Digital Illusions, hoy conocidos por la saga Battlefield, crearon en 1992 el impresionante Pinball Dreams para Commodore Amiga, obra que llegaría en el 93 a MS-DOS y posteriormente a multitud de sistemas, llegando incluso a formar parte de los Minis de PlayStation Network. Sus suecos desarrolladores lograron crear en cuatro increíbles mesas una jugabilidad a la altura del impresionante plantel audiovisual del que hacía gala el juego, posicionándose rápidamente entre los lanzamientos favoritos de todo amiguero que se precie. Por supuesto que no tardaron en salir notables secuelas, como Pinball Fantasies o Pinball Illusion.

 

Pinball Dreams concentraba en un par de discos de tres y medio toda la diversión de las máquinas del millón

Tras esta impagable época, dejé pasar unas cuantas bolas que, siendo sinceros, carecían de la ambición y del buen hacer de Digital Illusions y sus pinball. Pero Zen Studios consiguió que retomara el interés por este tipo de juegos, denotándose desde el minuto uno el cariño que sienten hacia este tipo de máquinas. Pinball FX 2 es la expresión definitiva del mimo con el que tratan a este peculiar género, una metodología lúdica que por norma debe traducirse en jugabilidad pura y dura.


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