Paper Mario: Color Splash me hace añorar La Puerta Milenaria
Paper Mario: Color Splash continúa con las senda iniciada por Sticker Star, y eso quiere decir unos combates que muy poco tienen que ver con los Paper Mario: La Puerta Milenaria de GameCube, el mejor Paper Mario hasta hoy. El videojuego de rol de Intelligent Systems recogía el testigo de Super Mario RPG tras hacerlo propio en el Paper Mario original. Lo que hacía de este Paper Mario el mejor eran precisamente sus luchas, capaces de mezclar las luchas de JRPG con minijuegos frescos y mucho humor.
En los videojuegos de Miyamoto hay un recurso recurrente: envolverlo todo como si fuera una película, una serie o una obra de teatro. La Puerta Milenaria hacía algo más que emplearlo como un recurso formal, con ello construía sus batallas. En los juegos de rol es frecuente que dejemos de usar habilidades de apoyo u otras opciones que no sean atacar-atacar-atacar, este título nos invitaba a hacer uso de ellos, a jugar bonito y variado. Si lo hacíamos, el público que miraba la función de teatro que era nuestro batalla aplaudía y se nos premiaba.
Hasta el título de GameCube no echábamos realmente de menos al trabajo original de Square Enix con su Super Mario RPG, pero tras él sí. La Puerta Milenaria anunciaba grandes cosas: una aventura desenfadada, un mundo bonito y un sistema de juego rico y complejo; sin embargo, tras este, la saga cambió hasta Color Splash. Ahora tenemos las dos primeras cosas: su mundo de juego es apasionante y a aventura es divertida, pero en lo jugable se notan grandes vacíos. Paper Mario: Color Splash pero deja atrás los grandes aciertos de La Puerta Milenaria y abraza algunos problemas que espero se solucionen en el futuro.
El videojuego de GameCube, y al que os invito a regresar si queréis disfrutar de la mejor experiencia de Paper Mario posible, recurría también al teatro para hacer más rico su relato. En ocasiones se producían escenas en un plano trasero que potenciaban lo que se nos contaba, existían narraciones paralelos a la nuestra, y todo regado con mucho humor. Intelligent Systems se sentía cómoda con su Mario cosntruido de papel y había encontrado el equilibrio perfecto entre RPG, aventura y plataformas.
El problema es que Intelligent Systems no tiene la libertad de Square Enix a la hora de desarrollar sus spin offs. Super Mario RPG se desarrolló en un momento tremendamente particular, uno en el que Squaresoft tuvo mucha libertad a la hora de desarrollar mecánicas y mundo de juego pues Nintendo EAD estaba concentrada en Super Mario 64. Sin embargo, los Paper Mario están mucho más supervisados por Nintendo, por una editora que no entiende los juegos de rol, que no los acepta, que no ve en ellos mecánicas de juego válidas; y oye, es un planteamiento absolutamente comprensible y más entendiendo su trayectoria, lo malo es cómo afecta eso a Paper Mario, un juego que es fantástico en unos aspectos pero muy irregular en otros. ¿Sabrá algún día Paper Mario regresar a los niveles de excelencia de La Puerta Milenaria en lo que se refiere a mecánicas? ¿Será capaz Miyamoto e Intelligent Systems de construir un buen juego de aventuras con mecánicas propias, capaces de formular una propuesta al nivel que se espera? Solo nos queda esperar, pero por ahora yo pido remake de La Puerta Milenaria ya, o por lo menos poder jugarlo a través de la e-store.
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