Overwatch y el declive de la crisis de la creatividad

 

De la larga sombra que proyectaba Overwatch como uno de los mejores juegos cooperativos online que han salido al mercado al título actual, queda poco de su transgresora y moderna forma de representar el mundo y a los personajes. 

 

Miles de jugadores de Overwatch han abandonado sus filas en el último año debido a la falta de nuevas ideas, de creatividad y a un hype muy bien conseguido por parte del departamento de marketing que, lamentablemente, no acaba satisfaciendo las expectativas. 

 

 

Pero antes de empezar a motivarme a mí misma con mi apocalíptico mensaje, dejadme que os ponga en antecedentes: Overwatch me encanta. O al menos, me encantaba. Cuando Titán falló, Blizzard supo reinventarse y aprovechar ciertas partes del juego para crear una experiencia notable en todos los niveles: partidas cortas con personajes carismáticos y bien equilibrados y con una curva de aprendizaje nada inasumible (no como otros títulos como Dota 2 donde tendrás que pasar horas y más horas antes de poder ser de mediana ayuda a tu equipo). Y cuando digo notable, lo digo escogiendo deliberadamente la palabra, porque no fue hasta la introducción de personajes no normativos como Zarya, Mei o Symmetra que Overwatch llegó al punto de ser absolutamente sobresaliente. 

 

 

Desde el beso cotidiano con el que anunciaron que Tracer era lesbiana, del que tanto y tan bien os habló mi compañero Rafa del Río hasta su decisión de introducir a Mei, regordita y adorable o de anunciar que Symmetra podría tener Asperger, todo lo que hacía Overwatch era una sensación fresca y divertida. Los eventos de temporada podían gustarte más o menos, pero claramente te obligaban a salir de tu zona de confort y coger a héroes con los que normalmente no te encontrabas tan a gusto como en el evento de la pelea de bolas de nieve de Mei o el Lucioball.  

 

 

 

 

Algunos de estos eventos eran tan complicados que te obligaban a pasar horas y más horas repitiendo una y otra vez las mismas mecánicas y coordinándote, a veces con completos desconocidos y otras con tus amigos y colegas de misión para poder sobrevivir a las diferentes fases a cambio de un logro. Dios… recuerdo que el evento Kings Road me atrapó completamente. Limitaron la elección de héroes a solamente cuatro: Tracer, Torbjorn, Reinhardt y Mercy. 

 

 

El evento, que te permitía introducirte dentro de un episodio pasado del lore de Overwatch, hacía referencia al levantamiento de Kings Road y te mostraba una de las primeras misiones de Tracer dentro de Overwatch. 

 

Pero, ¿qué ha pasado en el último año? Blizzard parece haber perdido completamente el norte sobre lo que es fresco, lo que es creativo y lo que “merecen” sus jugadores. Y, por supuesto, la comunidad ha respondido. Las acciones de Blizzard cayeron en el último año un 7% , su gran último lanzamiento ha sido Diablo para móviles, demostrando que la gran compañía va en busca de dinero fácil y perdiendo esa imagen de compañía amigable que tenían anteriormente. 

 

Su falta de estímulos, quizás recursos o creatividad ha llegado a empapar Overwatch de una forma simplemente insostenible y eso ha provocado que sus eventos y la falta de novedades no atraigan de nuevo de vuelta a los jugadores que lo dejaron. 

 

 

 

 

El calendario de eventos y novedades de Overwatch está lleno de fechas clave y de ganchos para volver al juego, ya sean héroes nuevos o eventos estacionales como el de Halloween que tendrían que evocar los momentos divertidos que pasaste y hacerte volver a abrir tu cuenta de Overwatch.  

 

Sin embargo, esto no es así: la continua repetición de los eventos sin cambios sustanciales hace que el atractivo sea nulo. El hecho de rotar los héroes disponibles u ofrecerme skins nuevas no es suficiente como para hacerme abandonar los títulos y juegos con los que estoy actualmente y saltar de nuevo al universo que me plantea Blizzard. 

 

 

Por un momento llegué a plantearme en mi optimismo y amor hacia Overwatch: «bueno, quizás es solo este año, quizás no vuelven a repetir los eventos». Pero no ha sido así. Por tercer año consecutivo, los eventos se repiten y solo ofrecen como recompensa una skin, un graffiti o un badge para mi perfil de jugador.  Sí, es cierto que ha habido eventos buenos entre medias como Archivos, pero no es suficiente. Momentos del año tan esperados como las Navidades o Halloween deberían tener modos de juego y eventos especialmente cuidados y dedicados. 

 

Aún encima, los últimos personajes que han incluido cuentan con un backstory de lo más prototípico y estándar. Ya teníamos a una joven rica aristócrata con una dramática historia,y acabó matando a su propio marido. Y… ¿de verdad necesitamos otro tanque como wrecking ball cuyas habilidades se parecen tanto a las de otros héroes? 

 

 

Overwatch tiene que espabilar y lo tiene que hacer ya. Si no, no hará falta que nadie nerfee sus estadísticas porque básicamente están AFK y de toda la creatividad que un día los alzó al podio. 

 

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