Origin también regala juegos
Lo gratis es un reclamo muy atractivo, más en unos tiempos en los que compramos de manera compulsiva; y no para jugar, solo por comprar, por llenar nuestras listas de Steam, nutrir de nombres nuestras estanterias y perdernos en la vorágine de ofertas de uno u otro canal. No tengo tiempo, pero está tan barato, en fin, otro a la lista de los que ya jugaré algún día, cuando tenga tiempo. Las compañías lo saben, conocen las palabras mágicas que Steam compuso para su hechizo que a tantos nos tiene enganchados a él. Sony lo hizo suyo en su Store y, a partir de él, se sacó de la manga el Plus. Y el servicio que entrega juegos gratis consiguió que nos olvidáramos de todas las cagadas del inicio de la compañía con su PS3. Es bueno olvidar y el jugador es como un perro rabioso; grita mucho, pero tírale un filete y verás qué sonrisa. Es normal, también yo soy así al respecto de los videojuegos. Es lo más sano para no acabar todos los días enfadado.
Porque ¿cómo entré yo en Steam? Pues pusieron Team Fortress 2 gratis y Left 4 Dead 2 también, así que cuenten conmigo ¿Y cómo me metí (y salí al rato, todo sea dicho) en el servicio de Ubisoft? Pues porque el Rayman y otros títulos estaban también gratis. Ponle una zanahoria al burro ante su rostro y correrá a por ella.
Origin también se suma ahora a esta propuesta, ofreciendo su último Battlefield y su Plants vs Zombies, y claro, así sí apetece probar el servicio, convencidos de que es un pago conveniente por nuestos datos; pero eso sí, todos los servicios que regalan videojuegos gratis tienen el efecto del tío desnudo que corre por el campo de fútbol que tiene algo escrito en el pecho. Todos hablaran de su minga, pero nadie se acordará del mensaje en su cuerpo. Es decir, que nos quedamos con lo llamativo, pero es fácil no fijarse en lo importante del asunto, en este caso, del servicio en sí.
Con esto quiero decir que cuando Steam regala juegos, no se queda ahí. El rincón en internet de Valve tiene suficientes funcionalidades, estudios de usabilidad, guiños al jugador y ayudas para que no te quieras ir. Cuando regalan, lo hacen a sabiendas de que no te marcharas, consiguiendo que las letras sobre su carne fofa acaben siendo más seductoras que la desnudez en sí; es decir, la gratuidad del juego.
Al resto de servicios aún le queda una larga travesía por el desierto antes de alcanzar esta gracia. La Store da buenos servicios, pero sigue siendo ineficaz a niveles de usuario; a mí me cuesta mucho localizar los títulos de PSOne, por no hablar de que ni se me ocurre utilizarla a través de la PS3, porque va fatal. En definitiva, bien por los títulos gratis, pero hace falta que todo el servicio funcione para que la oferta convenza como se desea.
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