Ocho años de Modern Warfare

Vista en perspectiva, es posible que la generación de PS3 y Xbox 360 haya sido la que más ha condicionado el futuro de los videojuegos, no solo por las discusiones sobre calidad gráfica, diferencias entre plataformas y resoluciones sino también por la manera en que jugamos y pagamos por los videojuegos. Fue la primera generación con DLCs, la primera con actualizaciones el día 1 de comprar un juego, los ciclos anuales, los multijugadores competitivos por delante de la campaña y todo esto. También fue la generación en la que Call of Duty, por hablar en plata, puso los cojones sobre la mesa. 

 

Call of Duty 4: Modern Warfare parece ahora mismo un producto lejanísimo, empezando porque lleva un número, algo que la saga no ha hecho de nuevo desde dicho juego, y porque todo lo que he comentado más arriba aún no era aún algo que dábamos por hecho. Modern Warfare empezó esa tendencia, y además, fue la hoja de ruta de muchísimos otros videojuegos a la hora de plantear el multijugador competitivo online de la generación. Y no hablo solo de los muchos clones que hubo de Call of Duty. 

 

 

No me avergüenza decir que Modern Warfare me parece un juegazo, aún a día de hoy, cuando la saga Call of Duty se ha convertido en la gallina de los huevos de oro de Activision y llevan a cabo políticas que dejan mucho que desear. Aunque los fans siguen contentos con su multijugador, es un hecho que la historia ya no importa un cagarro y que tendrás que desembolsar dinero por los DLCs de pago que se lanzarán durante el año siguiente a su lanzamiento. 

 

Para mi, el Call of Duty moderno nació y murió con Modern Warfare, no solo porque el siguiente título, World at War, se equivocó al volver a la Segunda Guerra Mundial y a mi eso me chafó las ganas de Modern Warfare 2, sino también porque no he vuelto a jugar a ningún otro por gusto, sino por trabajo, ya que vi de golpe y porrazo en lo que se iba a convertir. Y como yo, muchísimos otros jugadores que alucinaron en colores y se sintieron decepcionados con la actitud de Activision, la clase de jugador molesto y la homogenización de una forma de hacer videojuegos. 

 

 

Con Modern Warfare me pasa lo que con Halo: Combat Evolved: son productos alucinantes que han dado origen a algo terrible. Si Halo es el culpable de muchos de los vicio de los FPS modernos, como la vida que se regenera sola (a pesar de que el sistema de Halo era híbrido en este sentido), Modern Warfare es culpable de que los multijugadores online sean todos demasiado parecidos y de que se nos vendan DLCs y pases de temporada a casco porro. Este juego sentó las bases de los FPS contemporáneos, para bien y para mal. 

 

Estoy seguro de que todos tenéis un recuerdo concreto de Modern Warfare y que podríamos tirarnos horas hablando de lo flipante que es la misión de los francotiradores, pero ahora que Black Ops III está a la venta y que la historia tiene pinta de ser una excusa para su multijugador y que no es nada buena, me da casi pena recordar el gran juego que era, así que mejor os dejo a vosotros recordarlo en los comentarios. Es bastante desgradable saber que un juego que te gustó y al que guardas tanto cariño haya dado fruto a la saga más explotada de la historia de los videojuegos.

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