No todo el monte es Minecraft
El otro día, encontré mediante Kotaku un post sobre las extrañas construcciones de un juego llamado Besiege. Ni me sonaba, pero tras ver cinco vídeos de lo que se podía montar con él, lo compré a toda velocidad en Steam (cuesta 7 euros en Acceso Anticipado) y lo jugué dos horas del tirón. Y me alucinó al nivel que me sorprendió Minecraft la primera vez que lo jugué, allá por su alfa hace tropecientos milenios ya.
Los juegos de construccion, no me digáis por qué, tienen algo diferente y que engancha y que divierta por el simple hecho de representar algo que asumimos real y que representamos mediante objetos que no siempre son los que componen el objeto de referencia. Es algo que hacemos de niño con los Lego y los Click y los Mecano y que hemos hecho en digital con Minecraft, con Los Sims y que yo hice ayer con Besiege, que es el Mecano digital más chulo que me he encontrado en mucho tiempo.
Si queréis ver un poquito más cómo va el juego, me grabé jugándolo y comentando tres de las primeras fases, pero no estoy aquí para promocionar mi canal de YouTube, sino para reivindicar lo sanísimo que es dar a un jugador, adulto o infantil, un entorno en el que tirar de ingenio y crear.
La noción de crear quizá sea inexacta cuando nos dan diferentes objetos con los que construir, que realmente es lo que hacemos, pero en los videojuegos, parece que realmente estamos haciendo algo superior a lo que conseguimos con objetos físicos. La simulación de una catapulta o un coche o el trabajo que requiere crear ambos elementos en un entorno de Lego o Mecano es abismal en comparación con el videojuego, que será siempre más rápido y sencillo, pero no por eso queda atrás.
El trabajo que requiere Besiege, sin ir más lejos, es superior a casi el de cualquier juego de puzles con el que me haya encontrado recientemente. ¿Vosotros sabéis la de cosas que hay que montar y girar y hacer funcionar en conjunto para simplemente poder torcer a los lados sin quiebros raros, sin que las ruedas se peguen o sin que salte algo volando? Multiplicadlo por dos o por tres si queréis añadir armas o artilugios raros, como han hecho ya muchos locos.
Por eso creo que hacen falta más "clones de Minecraft", esto es, más juegos que abracen la creación por la creación y que nos hagan pensar como niños, que estimulen nuestro ingenio y que no nos pongan más reto que el que necesitemos para superar un obstáculo sencillo pero que propone tropecientas resoluciones diferentes. ¿Cómo tirar abajo un molino? ¿Con fuego? ¿Con una roca? ¿De un golpe con un brazo gigante?
Os animo a probar Besiege, que es bien barato, y crear cosas ridículas. Yo creé el otro día una máquina giratoria de quemar soldados que giraba sobre una especie de coche con pinchos y espadas en las ruedas. Una gozada superior a Evolve, si os soy sinceros.
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