1. Mundogamers
  2. Noticias

No puedo matar perros (ni vacas) en Carmageddon

La doble y pixelada moral en los videojuegos
Por Kysucuac

El otro día estuve jugando a Carmageddon: Reincarnation, por echar un rato atropellando gente. Lo creáis o no, este tipo de juegos dan que pensar. Me encontraba yo ahí esparciendo vísceras por el capó de mi coche (que bien podría llamarse Warrete Cacharro) y provocando el caos en la ciudad cuando lo vi. Un perro. Un condenado y adorable perro. ¿Qué creéis que hice? No atropellarlo. Entonces me pregunté: ¿por qué soy capaz de matar personas cuando juego a videojuegos, pero no me atrevo a hacer lo mismo con un animal? 

 

Echando un vistazo a mi historial me di cuenta de que esto viene de atrás, de muy atrás. Concretamente, de una tarde que estaba jugando aLos Sims: Animales a Raudales (sí, cuando los dinosaurios dominaban la Tierra) con una amiga. Ella, inocentemente, me preguntó si a los perros y a los gatos también podía matarlos quitando las escaleras en la piscina. La miré pensando que con qué clase de monstruo desalmado me estaba juntando. Claro, no había ningún problema en ahogar a un Sim, que era lo más parecido a una persona en aquel momento, pero si se trataba de ahogar a un pobre perro, la cosa cambiaba.

 

Desde 2002 hasta 2015, este pensamiento moral no ha cambiado en mi cabeza. Incluso los dragones de Skyrim me daban más pena que Lydia, y eso que ella murió luchando ferozmente contra un gigante a las afueras de Carrera Blanca. Estoy segura de que no soy la única persona que ha tenido esa sensación de no estar haciendo las cosas bien cuando mata a un animal en un videojuego. Entonces, ¿de dónde nos viene ese Pepito Grillo que no nos deja acabar el trabajo sucio? ¿Son los que sí son capaces de matar perros pixelados verdaderos monstruos sin alma?

 

No son pocos los juegos que cuentan con participación animal, incluso en Diablo III tenemos vacas; aunque, por suerte, no en todos éstos tienen la posibilidad de morir (en Diablo III no es que tengan la posibilidad, sino la obligación). También es cierto que, dependiendo del juego, nos sentimos más o menos vinculados al animal en cuestión. Esto puede ser por la relación de éste con el protagonista/nosotros, lo real que parezca o lo adorable que sea. Pero también hay veces en las que un perro/gato/oso/pez no es ni nuestro aliado ni adorable, y nos da pena. Si a Leela no le sale el odiar a Mordisquitos por mucho que se haya comido a todos los animales de un planeta, ¿por qué con un dragón que intenta matarnos no debemos tener piedad? Bueno, vale, quizás con el ejemplo del dragón me esté pasando, así que mejor volvemos a lo de los animales de compañía. 

 

 

1052704USNDRM

¿Por qué Sif, eh? ¿Por qué, Dark Souls? ¿POR QUÉ?

 

Creo que si soy incapaz de matar a un perro en un videojuego es porque siento que es una crueldad inmensa, porque, que un perro sea atropellado, como en el caso de Carmageddon, es algo que pasa en la vida real. No tiene nada que ver con el debate de “si los niños matan en los videojuegos, lo harán también fuera de ellos”, porque todos sabemos perfectamente que hay que separar ficción de realidad (por mucho que, cada vez que pase algo, siempre se culpe primero a las consolas). Me parece que es sencillamente eso, si es algo que puede ocurrir, no me atrevo a hacerlo ni siquiera a través de la pantalla.

 

Entonces, ¿por qué no matar animales pero sí matar personas? No deja de ser una doble moral que no llego a entender y que también podemos ver en películas. A mí me pasa que, cada vez que voy a ver una película y sale alguna mascota con el protagonista, sufro. Y ya pueden morir de manera ultradramática los amigos del prota, la novia, la hija, el padre, la madre, el primo y su cuñada, que me va a dar igual; pero, si muere su perro, yo voy a llorar. Puede que también tenga que ver con lo inofensivo que, a simple vista, es un perro, un gato o una vaca. Creo que me sentiría igual matando a un animal doméstico que matando a un bebé en cualquier videojuego. Así que la inocencia y el no poder defenderse ni entender qué ocurre también juegan un papel fundamental.

 

Álex Hutchinson, el director creativo de Far Cry 4 tuvo que hablar sobre esto tras la polémica desatada por P.E.T.A., organización defensora de los derechos de los animales. También han sido muchos los jugadores que se han quejado de la obligación de tener que matar animales en este juego para conseguir algunos objetos. El cazar o asesinar animales sigue siendo un tema delicado en el mundo de los videojuegos. Hay quien lo considera una locura, a quien le divierte y quien, como yo, simplemente es incapaz de hacerlo, aunque respeta (más o menos) que otros lo hagan. Supongo que eso es como todo: También hay gente incapaz de jugar a Call of Duty o de dejar que su Sim se ahogue en la piscina. Hay que defender en este sentido la frase del propio Hutchinson: 'Hago cosas horribles en los juegos que nunca jamás haría en la vida real.', por lo que, lo importante, una vez más, es tener dos dedos de frente. Pero nada de atropellar perros en Carmageddon, desalmados.


<< Anterior Siguiente >>