Need for Speed recupera su esencia Underground
Tenemos que viajar atrás en el tiempo nada más y nada menos que 12 añazos para volver a encontrarnos con un juego que gustó y mucho a una gran cantidad de jugadores (me incluyo, por supuesto). Need for Speed Underground llegaba como arcade de velocidad, bastante sencillito en concepto pero genial en ejecución. Lo mejor, sin duda, era que nos permitía tunear a nuestros coches como más nos gustara alejándose de otras propuestas del mercado, dejando marca y creando su propia personalidad.
Need for Speed Underground 2 fue el que terminó perfeccionando lo planteado por su predecesor al ofrecer más vehículos, más posibilidades de personalización y permitiendo a los jugadores conducir en un mundo abierto al que yo, allá por 2004, pude echar una cantidad ingente de horas. No sólo me gustaba conducir sino que también disfrutaba modificando los vehículos, obteniendo otros nuevos… molaba eso de sentirse un auténtico conductor de carreras callejeras al más puro estilo Vin Diesel con sus pelis rápidas y furiosas.
La cuestión es que a partir de ese momento la saga continuó reinventándose casi año a año, ofreciendo experiencias cada vez más diferentes. Need for Speed Most Wanted, por ejemplo, me encantó y lo disfruté muchísimo, aunque sí que es verdad que perdía en cierta medida esa sensación de que el tuning, la noche y la clandestinidad era lo más importante. Después llegaron juegos que, para mi gusto, ya no estaban a la altura de lo conseguido por la franquicia y que, además, se alejaban totalmente de esa seña de identidad conseguida. Al final, Need for Speed perdió el tuning, perdió su personalidad y hasta perdió lo arcade en favor de la simulación sin contar con los experimentos que se esforzaban por parecerse a otros juegos más que en volver a encontrar su propio camino.
Pero tranquilos, porque todo hace indicar que nuestras súplicas después de 12 años han sido escuchadas y el nuevo Need for Speed tiene toda la pinta de que volverá a la esencia marcada por aquellos dos juegos con subtítulo Underground que tanto gustaron a muchos jugadores. El teaser mostrado estos últimos días parece confirmarlo, aunque aún faltará verlo en plenitud en el próximo E3:
Sé que muchos no opináis lo mismo y lo que os gustaba de Need for Speed no eran esos aspectos que yo he destacado y, por ello, incluso preferís algunos de los últimos juegos de la saga. Me parece estupendo, aunque como ya comenté con Bruno en nuestras charlas de redacción, Need for Speed no debería ser un Burnout al uso y debería volver a recuperar su esencia. El que quiera un Burnout, que juegue a Burnout o que se espere a uno nuevo. Need for Speed necesita y debería volver a sentirse como algo importante y único.
Obviamente, hay que esperar a ver qué tal pinta esta nueva propuesta. Volver hoy en día a algo parecido a Underground no es nada sencillo, ya que de nada serviría volver a traer el mismo concepto y ejecución pero mejorarlo técnicamente. La intención al menos parece buena, y después de muchos años recordando con cariño estos dos juegos recupero una ilusión que la franquicia me había hecho perder en los últimos años.
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