NBA 2K20 y las pequeñas novedades en las sagas deportivas
Desde hace unos días ya está disponible la nueva entrega de la saga reina en lo que a simuladores de baloncesto se refiere. Después de unas cuantas horas junto a NBA 2K20 puedo llegar a unas conclusiones muy obvias con las que cualquier jugador asiduo de la franquicia puede estar de acuerdo: las novedades introducidas en la entrega de este año son muy poco notorias y diría que la mayoría son testimoniales. Este síndrome es muy propio de las sagas de videojuegos deportivas que por su apuesta de mercado lanzan una nueva entrega cada año, pero que ya han alcanzado un nivel muy alto en lo jugable: cada salto anual se siente más pequeño.
Es verdad que NBA 2K20 introduce algunas novedades de peso que merecen la pena, como la inclusión de la WNBA, mejoras en todas las modalidades de juego y detalles que muchos fans agradecerán. Pero dentro de la cancha, donde verdaderamente importa, sigue siendo prácticamente lo mismo. Sí, es formidable y va a ser imposible conseguir bajar del trono a esta bestialidad de la simulación, pero cuesta encontrar novedades realmente relevantes respecto al juego del año pasado.
Este preciso período de la generación también hace mucho daño a los títulos deportivos como NBA 2K20, puesto que el nivel gráfico sorprende cada vez menos y todos estamos esperando cambios sustanciales en sus motores. El final de una generación siempre produce lo mismo: juegos muy similares cuyo salto sólo merece la pena si eres un absoluto fan y vas a valorar cada pequeño cambio. El siguiente gran paso que veremos con esta saga (y con otras, muy probablemente) vendrá con las nuevas consolas y los nuevos sistemas gráficos y técnicos. Ahí es donde veremos cómo se va sacando el máximo provecho a la nueva tecnología en títulos que van aumentando su calidad pasito a pasito todos los años.
Cada jugador debe ser consciente de estos añadidos y novedades realmente palpables. Si estáis pensando adquirir NBA 2K20 por novedades como el nuevo modo Mi Carrera podéis estar tranquilos (este año se ha convertido en un desfile de anuncios de distintas marcas con muchas cinemáticas, sin muchos cambios en lo jugable) y el sistema de micropagos parece seguir estando igual de roto que en años anteriores. Todavía no puedo sacar conslusiones finales, pero es lo que he percibido hasta el momento.
Esta generación también ha servido para darme cuenta de que los títulos deportivos no solo juegan con la inclusión de pequeñas novedades para tratar de justificar una nueva compra, sino también con la gestión de la necesidad del propio jugador. Una vez que la nueva entrega llega al mercado se suele dejar prácticamente abandonada la otra, sobre todo en las modalidades online o modos como Mi Equipo. NBA 2K20 también trata de generar esa sensación de necesidad, que se aleja mucho de aquellos tiempos cuando éramos chavales y nuestros padres, sabios ellos, no nos dejaban comprar la entrega del año siguiente por sus pocas novedades.
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