Mi primera experiencia con Black Desert

 Os voy a contar una historia muy bonita: La historia de mi primera vez. Mi primera vez con Black Desert, por supuesto. La otra primera vez que habéis imaginado no fue nada bonita, pero no voy a entrar en detalles porque pasar una hora con el juego de Pearl Abyss te hace olvidar todo lo malo del pasado. Más o menos. No, no voy a ir de flipada, y voy a ser totalmente sincera con lo que me ha gustado y no me ha gustado en lo que he visto hasta ahora, que ha sido poco. Pero, primero, si me disculpáis, voy a fregar el suelo, que está lleno de babas.

Lo primero que vemos al llegar a Black Desert es lo más típico de los MMORPG... O no. Nuestro primer paso debe ser elegir un “family name”, o, lo que viene a ser lo mismo, un apellido que saldrá en todos y cada uno de nuestros personajes. Después de haber elegido el apellido, nos tocará crear a nuestro primer personaje. Antes de nada, deberemos elegir entre una de las ocho clases disponibles: Warrior, Ranger, Sorceress, Berserker, Tamer, Wizard, Valkyrie y Witch. Cada una de ellas tienen habilidades sorprendentes y una ropa característica (que podremos cambiar), y elegir a una nos llevará al siguiente punto: el famoso editor de personajes.

¿Qué puedo decir del editor de personajes de Black Desert? Madre del amor hermoso. Podría llevarme horas y horas creando personajes sin cansarme, jamás había visto algo tan completo y tan satisfactorio. Puedes hacer cambios mínimos eligiendo entre algunas caras prefabricadas o moviendo una barra para elegir la altura y el peso... O puedes dejar volar tu imaginación. Black Desert permite modificar hasta el más mínimo detalle, lo que incluye poder cambiar el tamaño y la profundidad de cada hueso y la forma de cada músculo (sin pasarnos, claro). Sí, también podéis elegir el tamaño de los pechotes.

Peeeero, este editor también tiene algo malo. Bueno, lo malo lo tiene el juego en sí. No es la primera vez que me enfrento a esto, y sigue sin gustarme, y es que elegir la clase implica, además, elegir el sexo del personaje. Este tipo de cosas está bien cuando estás en Diablo II o en Sacred, pero en un juego online como éste esperas otra cosa. ¿Y si yo quiero ser una guerrera? ¿Y si quiero un brujo en lugar de una bruja? Puedo entender la distinción si me da por elegir como clase a la Valkyrie, pero no para el resto. Por lo demás, no hay nada malo que decir sobre este editor, que está a la altura de lo que esperaba después de tantos meses de bombo que le han dado.

Quiero destacar, por encima de todo, las modificaciones que pueden hacerse sobre el pelo del personaje. Como todo, tienes un modelo base sobre el que trabajar, y en el caso del pelo, es mucho más cerrado que en el del rostro, pero sí tiene ciertos destalles que merecen la pena. Puedes elegir la largura del pelo, la curvatura, si quieres más volumen, si quieres menos... Y hasta puedes hacerte un peinado súper moderno dejándote un lado más largo que otro. ¡Una maravilla de la creación, oiga! Con los ojos pasa algo parecido, ya que puedes modificar la pupila, el iris y las lentes (sí, pueden llevar lentes de contacto) eligiendo su tamaño, su color, su anchura y demás.

Sin embargo, ahora que he dicho pupila, hay un detalle de este título que no me ha gustado en demasía, si bien es algo bastante opcional: tiene un detalle demasiado coreano (o asiático en general) a la hora de crear personajes. De hecho, parece más una idea japonesa. Me refiero a las pupilas con formas absurdas (corazones, estrellas, etc.) y a los tatuajes absurdos. Cuando pienso en tatuajes en un juego como éste, me espero marcas de guerra. Tampoco está mal que puedas ponerle un tatuaje a lo vikingo o a lo asesina a sueldo a tu personaje, pero debo decir que los tatuajes de Black Desert dejan mucho que desear.

Una vez creamos nuestro personaje, todo lo bueno se acaba. Sí, mi hype se ha desinflado por completo nada más empezar el juego, y más por motivos técnicos que por otra cosa. Os repito que apenas he podido jugar todavía, y que lo poco que he visto hasta ahora no da para mucho, de modo que es bastante posible (o eso espero) que mi opinión cambie sobre el juego. De momento sólo puedo decir que Black Desert, como juego, parece un poco meh. Me ha recordado muchísimo a Guild Wars 2 (eso sí que es un juegaco), pero por el simple hecho de que, hasta ahora, sólo he visto diálogos. Y, sí, las conversaciones en Black Desert tienen mucho de Guild Wars 2... y quizás otro poquito de Old Republic. Con la diferencia de que aquí, de momento, el personaje/avatar no tiene mucho que decir.

Nuestra aventura comienza en Olvia tras una pequeña secuencia un poco rara. Mi primer personaje (me he hecho dos, por si acaso las secuencias eran diferentes) ha sido la Sorceress, por lo que pensaba que la molesta bola de humo negro que me seguía y me decía “hemos hecho un trato” pertenecía únicamente a esta clase. Pero, no, tras la Sorceress me he decantado por una Ranger y, efectivamente, ahí estaba esa bola con voz horripilante. ¡Que las voces son otra cosa! No puedes hacer un juego con estos gráficos y que no encaje ni una sola frase en la boca de quien lo dice. En fin, todavía es todo demasiado confuso y falta mucho como para que pueda sacaros algo en claro. ¡Os mantendré informados, porque aquí hay mucho de lo que hablar!

<< Anterior Siguiente >>