Mi experiencia con Widowmaker en Overwatch
Siempre se me ha dado bien ser francotirador en la mayoría de videojuegos. Soy ese jugador que disfruta de las fases que muchas obras incorporan y que obligan a utilizar este característico rifle, además de ser aquel que muchos terminan por odiar en títulos multijugador como Call of Duty: casi siempre acierto el tiro antes de que puedas reaccionar, e incluso que soy capaz de adivinar tu escondite disparando a través de una pared. Ahora, con la llegada de Overwatch, también soy ese jugador que desespera al resto de rivales, que deben cambiar de Héroe únicamente para tratar de acabar con la amenaza que represento.
Widowmaker es la letal francotiradora de Overwatch, uno de los Héroes más sencillos de utilizar pero más complicados de dominar de todo el juego, como siempre suele ocurrir con este tipo de armamento en los títulos competitivos multijugador. Sus movimientos y habilidades son sencillos: un gancho que permite, cada cierto tiempo, poder acceder a lugares altos de los escenarios (lo que ayuda a encontrar un buen escondite o a escapar con rapidez), una mina que más que servir para atacar es útil como aviso (colócalo en alguna zona en la que sepas que el enemigo puede pillarte por la espalda) y un letal rifle que sirve a modo de metralleta a distancias medias y un quebradero de cabeza a distancias largas, capaz de acabar de uno o dos tiros cargados con la mayoría de Héroes del juego.
Por si fuera poco, su habilidad definitiva permite que el equipo aliado vea en pantalla la posición de todos los enemigos durante un tiempo limitado, incluso a través de las paredes, lo que ayuda enormemente a las labores como francotiradora y también como apoyo para el resto de jugadores. ¿Cuál es el principal problema de Widowmaker? Si te pillan a distancias cortas (Reaper, probablemente, sea su mayor problema) es complicado no perder la vida, además de que conseguir ser realmente útil acabando con enemigos requiere de una habilidad propia del jugador: si no tienes puntería, te conviertes en una pieza del equipo totalmente inútil.
Me encanta escoger a Widowmaker en Overwatch ya no solo porque siempre disfrute de este tipo de armas y habilidades en los juegos, sino porque su presencia se nota muchísimo cuando juegas bien, tanto en ataque como en defensa. Además, sus características hacen que si consigues esconderte bien, se haga muy complicado para la mayoría del resto de Héroes conseguir acabar contigo, por lo que consigues variar los planes enemigos al completo: cuando acabes con ellos unas cuantas veces seguidas, van a tener que cambiar de Héroe con el único objetivo de darte caza, desesperados, lo que también es un beneficio para los objetivos de tu equipo.
La próxima vez que juegues a Overwatch acuérdate de mí cuando tengas que lidiar con Widowmaker; yo también soy uno de esos jugadores que exasperan al rival, que consigue situarse en lugares del escenario a priori inaccesibles y que es capaz de colocar su mina en una posición ventajosa, lo que permite una rápida huida en la mayoría de ocasiones antes de recibir un ataque letal por la espalda. Con una bala, a veces, es más que suficiente para sembrar el terror entre un grupo entero de enemigos.
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