MGIndie | Broforce
Da igual lo que tengas entre las piernas: si juegas a Broforce eres un hombre. Un machote. Un semental americano. Aunque tus personajes estén interpretados por actores con apellidos como Stallone o Schwarzenegger, tu bandera es la Vieja Gloria de las barras y estrellas. Liberas el mundo a tiros y explosiones y el glorioso rojo, azul y blanco te recibe en cada checkpoint. Broforce es América. Norteamérica. Porque no hay otra igual.
El refinamiento no es aquí una preocupación. Todos los niveles son directos: ve del punto A al punto B. Acaba con todo lo que se interponga en tu camino. Ni siquiera se molestan en dar un contexto a la acción: se da a entender que eres un guerrero luchando contra las fuerzas del mal, pero no se sabe quiénes son ellos o qué buscan, si es que buscan algo. Broforce se toma tan poco en serio a sí mismo que la mayoría de los niveles terminan con el jugador pegándole un tiro a Satanás, que va embutido en un esmoquin. Luego un helicóptero te recoge y te vas mientras todo lo que hay a tus espaldas estalla y suena un riff de guitarra enérgico y descontrolado. Ese momento estúpido, es brutal y es la definición perfecta de este juego y su estilo.
La acción se mantiene fresca a través de las variaciones: a lo largo de los niveles hay jaulas con presos que podemos liberar para conseguir otra vida y controlar a un nuevo personaje aleatorio, desde Brobocop al Ultimate Broldier o Indiana Brones. Todos comparten el mismo esquema de control, pero las diferencias estriban en cómo son estos ataques. Neo reparte puñetazos rápidos, a lo cual hay que cortar las distancias, Mr. T porta un lanzallamas con poco alcance pero mucho impacto y Terminator tiene la que probablemente es la mejor arma de todo el juego: una devastadora gatling cuyo único defecto es su retroceso. El juego casi te fuerza a salvar nuevos héroes para así acumular vidas y poder seguir jugando, pero al mismo tiempo conseguir esas vidas hará que cambies de personaje y dinámica. En una décima de segundo tienes que cambiar tu estrategia y seguir adelante, disfrutando de la masacre pero adaptándote a cada momento, a cada héroe y a cada cambio de escenario.
Porque Broforce aplica los principios del mundo destructible de Minecraft o Terraria con mano maestra. Una explosión dejará un boquete en el suelo y puedes pegarle tiros a la tierra para fabricarte un túnel y pasar desapercibido. Los héroes a los que controlas poseen una gran capacidad de salto y la posibilidad de agarrarse a cualquier muro utilizando su fiel puñal, a lo cual nunca te quedarás atascado. El juego te da todas las vías para que puedas seguir adelante sin problemas y, al mismo tiempo, le dota de una sutil profundidad: si un enemigo empieza a lanzarte cohetes, no esperes durar mucho a salvo tras esa pared, pero al mismo tiempo puedes utilizarlo a tu favor para derribar un puente y arrojar al vacío a ese tanque tan molesto.
Pero en realidad todo esto queda en un segundo plano frente al gran protagonista de la experiencia: la acción. Broforce es una sola cosa: acción y nada más. Es el cénit del género, la definición más pura del entretenimiento por el entretenimiento, la violencia por la violencia. Hay un inmenso placer en arrasar una zona a tiros, ver cómo los enemigos estallan en mil pedazos contra nuestros disparos y dejar un rastro de cadáveres a nuestro paso. Los mejores momentos del juego llegan cuando se encadenan explosiones y todo estalla en un festival de metralla, fuego y trozos de cadáver. Esa sonrisa en la cara de ver algo tan estúpido y, valga la redundancia, bombástico no te la quita nadie.
Este es el tributo definitivo a esas películas legendarias de los 80, ese cine de acción exagerado de latiguillos pegadizos y protagonistas compuestos por puro músculo. Es un juego que sabe por qué esas películas han pasado a la historia y que hace honor a su espíritu llevándolo al medio donde más cómodas se habrían sentido. Broforce es un título pensado para que desconectemos y disfrutemos con la acción y las explosiones. A pesar de que esté en acceso anticipado, es un título muy refinado que va actualizándose progresivamente. En mi última pasada he visto la grata adición de una campaña, voces, mejores efectos de sonido y nuevos modos de juego. La pena es que no haya mucha gente jugando online para disfrutar en compañía de este glorioso festival de adrenalina, pero el juego está diseñado de forma que, incluso aunque seas sólo tú contra el mundo, puedas divertirte como no te has divertido en mucho tiempo.
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