¿Mando de batería o a pilas? El eterno debate

Ahora que conocemos las especificaciones generales tanto del DualSense como del mando de Xbox One, es momento de volver a un debate recurrente: la batería. Como sabréis ambas consolas se seguirán diferenciando, entre otras cosas, por utilizar sistemas diferentes de alimentación en sus controladores; Xbox se mantendrá en sus trece en cuanto a apoyarse en las pilas AA, mientras que Sony hará lo propio con sus baterías internas. Al final, ese matiz es importante: si las pilas son recargables, a efectos prácticos hablamos del mismo componente en ambos casos, solo que en uno es extraíble y en el otro no, al ser interno.

 

¿Con qué quedarnos? Pues lo cierto es que ambos mundos tienen tanto sus ventajas como sus inconvenientes, y es cuestión de decidir cuáles se adaptan mejor a nuestras necesidades. Como es un terreno más difuso de lo que puede parecer, vamos a destriparlas a continuación. 

 

Ventajas

 
En lo que a la batería se refiere, la parte más positiva seguramente sea la de no tener que comprar nada más. Con tu mando, un cable y el contrato de la luz que pagarás religiosamente cada mes, tendrás suficiente para no tener que preocuparte otras cosas. Además, puedes jugar con el mando enchufado mientras se recarga, por lo que no es una opción prohibitiva. 

En cuanto a las pilas, lo mejor es que son reciclables. Si las eliges recargables, puedes tener siempre dos en la recámara al 100% para cuando una de las parejas se agote, con lo que te aseguras que el mando siempre estará cargado. Otro factor positivo es que se pueden reponer, por lo que la autonomía del mando no se desgasta con el paso del tiempo. ¿Que las pilas duran menos? Las cambias y a disfrutar. 

 

Inconvenientes

Para las baterías de litio que se utilizan en los controladores hay un inconveniente claro: la pérdida de autonomía con el paso del tiempo. Pasa lo mismo que con un móvil; un mando no te aguantará lo mismo recién comprado que pasados diez años, lo que en sus últimas consecuencias puede ocasionar que tengas que tenerlo emparejado con un cable en el futuro, si por un casual te da por rememorar los viejos tiempos con tu consola. Además, contaminan mucho más que una pila recargable AA. Para terminar, también tienen el inconveniente de tener que estar con el cable cargador arriba y abajo.

 

Para las pilas, el gran contra es el desembolso extra que estas suponen. Aunque la cosa se ha ido abaratando con el paso del tiempo, nada te librará de que unas buenas pilas recargables cuesten lo suyo. Pueden utilizarse para otros dispositivos del hogar, sí, pero una cosa no quita la otra. También implican un dolor de cabeza extra: hay que acordarse de recargarlas, ya que no es cuestión de conectar el mando a un cable (a no ser que se utilice un charge kit como el de Xbox) sino que se necesita la base de carga específica.

 

Así pues, ¿batería de litio o pilas AA? No es una respuesta fácil. La opción más sostenible y beneficiosa para el mando a largo plazo es también la más cara y farragosa, por lo que al final esto se reduce a una cuestión de prioridades. ¿Con qué os quedáis vosotros?

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