Los Sims: Homosexualidad, transexuales y la sociedad perfecta
Llevo una semana con un vicio muy malo. Cuando me da por un juego, me dedico casi al 100% a ése, sea lo absurdo que sea. Antes de esta semana, había aprendido a jugar a varios durante el mes, incluso en un mismo día he llegado a jugar a tres o cuatro juegos diferentes. Pero no, he vuelto a caer y encima en uno de los peores vicios que pudiera tener: Los Sims 3. Y me diréis que por qué no a Los Sims 4, que ya han pasado los años suficientes como para abandonar a la tercera entrega de la franquicia. Pues, mira, no, todavía me queda mucho por descubrir en el 3, y falta mucho (demasiado) por llegar a los Sims 4.
No voy a hablaros de la estafa suprema que me supone el cuarto título – que estafitas han sido todos con sus 4562642 expansiones, pero éste se lleva el premio gordo con su “el juego base no tiene piscina” – ni de cuánto estaría dispuesta a pagar por él, aunque sí que lo he jugado, y bastante, gracias a las horas gratuitas que me ha dado Origin en varias ocasiones. No, hoy no estoy aquí para quejarme, sino para aplaudir – sin que sirva de precedente – y felicitar a Electronic Arts y Maxis.
Sí, lo sé, todos odiáis a Electronic Arts. Pero en esta ocasión debo aplaudir ciertas decisiones que se han hecho con respecto a su gran franquicia. Y lo digo hoy, tanto tiempo después de que esas decisiones se tomaran, porque estoy inspirada ante un espíritu fuerte. Un espíritu que se ha podido quebrar miles de veces ante los miles de momentos sufridos, pero que se ha mantenido ahí, fortaleciéndose tras cada golpe. El próximo día 28 de junio es el Día del Orgullo Gay o Día del Orgullo, para incluir de buena manera a todo el colectivo LGTB. ¿Que qué tiene eso que ver con los Sims? Pues muchas cosas.
Aunque los ñiquis ñiquis ya llegaron en los Sims 2, las relaciones románticas se… hmm… “especializaron” mucho más en la tercera entrega. Proponer pareja estable, comprometerse, casarse por todo lo alto, bodas íntimas, despedidas de soltero… La realidad cada vez se ha ido viendo mejor reflejada en este juego de simulación, y hay una parte de dicha realidad que, diría yo, se ha adaptado incluso mejor que la propia realidad. Lo cual, por desgracia, es triste. Os hablo de cómo se ve la orientación sexual en general y la homosexualidad en particular en Los Sims.
¿La verdad? No podía verse mejor. En mi última partida, la familia ha tenido tres hijos: una chica, bisexual, un chico gay y un chico hetero. ¿Sabéis qué diferencias había en ellos? Más allá de las físicas, ninguna. Los Sims han reflejado la homosexualidad de una forma tan natural que siento envidia. No, no soy homosexual, ni bisexual, pero me duele como a nadie la discriminación que sufre alguien por amar – o forniciar, vamos, que tampoco hace falta ponerse románticos – a otra persona. De ahí que envidie que en los Sims nadie sea juzgado por lo que le gusta, ni siquiera por su aspecto físico.
Una de las cosas que más me llama la atención y que no recordaba de la última vez que jugué (para que os hagáis una idea de lo absurdo de mi actual vicio, que llevaba eones sin tocarlo) es eso de llamar la atención a otro Sim. Es decir, cuando estamos en el mismo solar que un Sim al que le parecemos atractivo, nos llega un mensaje suyo en el que nos dice algo del tipo “Tenemos mucho en común, me gustaría conocerte mejor”. ¿Por qué me llama la atención? Porque este mensaje nos llega independientemente de nuestro sexo o el del otro Sim. De esta forma, llegamos a la sociedad ideal en la cual lo único que importa es la personalidad del individuo.
La última gran decisión la tomaron este mismo mes de junio, con la última actualización de los Sims 4. En ella se incluían las dos cosas que le faltaba al juego para ser perfecto en este sentido: ropa mixta y transexuales. Lo de la ropa mixta era algo que llevaba pensando yo hace mucho tiempo, porque estaba segura de que a ningún Sim hombre lo iban a juzgar por llevar vestido, ni a ninguna mujer por vestir con "ropa de chico". Chapeau! (O chapó, como prefiráis).
Pero no se trata ya de aplaudir esta idílica sociedad ilusoria, sino de cómo la gente ha reaccionado ante todo esto. Porque, claro, estarán los grupos de padres y madres que se sienten insultados porque, oh, Dios santo, sus hijos pueden volverse gays al jugar a los Sims. Sí, es bastante probable que haya algún pequeño colectivo amargando la existencia de Maxis, pero, en general, apenas se hacen eco de los medios, e imagino que porque no tienen demasiadas razones. Principalmente por un pequeño detalle: ser heterosexual,homosexual, bisexual, asexual o loca de los gatos es algo que elegimos nosotros. Se puede serlo o se puede no ser absolutamente nada y dedicarte a ahogar Sims en la piscina – bueno, ya no, en Los Sims 3 aprendieron a salir del agua sin escalera – porque será únicamente tu decisión. ¡Ah, qué maravilloso sería alcanzar una realidad igual! No por lo de ahogar gente… Que igual también hay más de uno que se merece un chapuzón involuntario.
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