Según la revista Variety.com el acuerdo entre la asociación de actores y los desarrolladores de juegos para utilizar voces de dichos actores ha caducado.
Para los actores el poner voces en los videojuegos supone unos jugosos ingresos extra. Pero esta situación puede cambiar, al expirar el acuerdo entre estos y los desarrolladores de juegos. Al menos según informa la revista Variety.
Y es que en los últimos lanzamientos de videojuegos son muchas las voces famosas que han participado, y que a la vez sirven como instrumento de marketing para la promoción de los juegos. Voces como las de Charlize Theron, Marilyn Manson o Sean Connery forman parte de los juegos Aeon Flux, Area 51 o Desde Rusia con Amor, respectivamente.
El problema no es simplemente ponerle un cero más al contrato, sino que los actores podría querer cobrar royalties por las ventas de los juegos, algunos de ellos siendo auténticos best sellers. A ello se suma que la aparición de voces de famosos en los juegos es algo relativamente nuevo, por lo que la experiencia negociadora de las compañías desarrolladoras es escasa.