1. Mundogamers
  2. Noticias

Los creativos japoneses añoran el campo

Infancia, sintoísmo y ambientes rurales
Por Adrián Suárez Mouriño

Los autores japoneses le tienen un cariño especial al campo. Un amor en el que se mezcla la infancia, la educación sintoista y el éxodo a las ciudades, lo que en Galicia llamamos “morriña”.

 

Encontramos grandes mangakas que toman como influencia su vida en la aldea. Quizás el más famoso, con permiso de Miyazaki y su Totoro, sea Akira Toriyama. Tanto en Dragon Ball como en Dr. Slump tiene gran presencia la vida rural, así como ese cambio vital que se produce cuando uno ha de trasladarse a la ciudad. En el fondo, Songoku es un Paco Martinez Soria de la vida que no para de repetir “la ciudad no es para mí”.

 


La vida en el campo es la vida mejor

 

En el terreno de los videojuegos nos encontramos con la mente tras Animal Crossing, Katsuya Eguchi. Él mismo ha declarado que la inspiración tras la franquicia le llegó de haber abandonado Chiba, la prefectura en la que nació, para trasladarse a Kyoto a trabajar. La añoranza por una infancia rural en la que podía pasar tiempo con su familia y amigos se transformó en la popular saga de videojuegos de Nintendo. Su tremendo éxito en Japón seguro que tiene mucho que ver con que éste sea un sentimiento compartido por muchos.

 

El viaje de un muchacho de su hogar en el campo a la capital entronca con el planteamiento generalizado de los JRPG, lo que a su vez explica el gusto de los japoneses por este tipo de juegos. Quizás el título en el que esto queda plasmado de un modo más evidente es en Pokemon. Incluso el grito de guerra de franquicia “hazte con todos”, es una manera de animar al personaje principal a no rendirse en su empeño, a no mirar atrás, a conquistar sus sueños. Cada pokemon es un nuevo descubrimiento digno de ser narrado, como un SonGoku que se sorprende al aprender para qué sirve el dinero.

 

maxresdefault

Lo más interesante de Pokemon es el planteamiento de su viaje

 

En la otra cara de la moneda nos topamos con Harvest Moon, un título que parece dedicado a aquellos que decidieron quedarse en un ambiente rural y echar raíces, o que prefieren imaginarse como sería todo si no se hubieran marchado a Tokio a trabajar. La serie no deja de ser un simulador de “vida en la granja” en el que hemos de quitar los matojos del terreno, ordeñar vacas, preocuparnos del tiempo, recoger los huevos de nuestras gallinas y casarnos con una atractiva lugareña. Para un occidental la temática no es que sea la más interesante del mundo, pero sí para un oriental; al menos si atendemos a la cantidad de juegos con los que cuenta la franquicia: más de veinticinco desde el primero para Super Nes en 1996.

 

Esta pasión por el campo está lejos de terminar de ser explotada, por lo menos por parte de Nintendo. Miyamoto nos seguirá recordando su pasión por explorar cuevas cuando era niño en siguientes Zelda, Animal Crossing: New Leaf nos llegará el 14 de junio, y en Japón ha vendido todo lo que ha querido, y más. Por su parte, Harvest Moon recibirá una versión de su entrega de 1998 para GBC en la Eshop Americana. Resulta interesante comprobar lo inspirador que es para un creativo la soledad de llegar a una ciudad nueva, sin amigos y con su infancia a kilómetros de distancia. También que todos estos títulos nos lleguen de Nintendo. Menudas conversaciones lacrimógenas tienen que tener a la hora del café.


<< Anterior Siguiente >>