Lo que hace bien Dragon´s Dogma

Dragon´s Dogma es una especie de “Skyrim conoce a Dragon Age II, que conoce a Final Fight y  le cuentan que hay un tal Dark Souls que es majo”. A su condición de tapado le ha sentado muy bien la salida de Dark Arisen, el relanzamiento del título a menos de treinta euros e incluyendo una expansión. Desde el lanzamiento del original, la blogosfera se ha preocupado de encumbrarlo y de recomendarlo, recordando al usuario que es algo más que una copia de la de copia de. A las pocas horas de iniciar la partida, uno se da cuenta de por qué.

Un sleeper o tapado suele tener una característica que hace que la gente lo quiera jugar: un paso hacia adelante en una base jugable muy mascada, una vuelta de tuerca a una manera de plantear una trama... Es decir, un detalle de autor que hace que los fallos que lo han apartado del circuito mainstream se difuminen. En Dragon´s Dogma ese detalle es lo bien que se emplea el escenario en los combates.

No sé a vosotros, pero yo he acabado un poco harto en Skyrim de que el escenario no sirva más que para caminar, que la noche no sea más que un momento para mirar a las estrellas y que dando vueltas a una roca me puedo cargar a cualquier archimago. Sí, controlan todos los poderes del inframundo pero no saben cómo subirse a una piedra. En Dragon´s Dogma, uno teme que llegue la noche. No se ve nada y es necesario portar lámparas de aceite, que se agotan. Esta oscuridad también se extiende a los escenarios ¿No os resultaba extraño que en todas las mazmorras de la mayoría de juegos de rol siempre haya luces encendidas? ¡Qué trasgos más buenos anfitriones! En el título de Capcom, las dungeons parecen lugares más creíbles al estar sólo prendidas las hogueras que tienen que estar dando luz. En un pozo no se ve nada.

A su vez ¿no odíais que vuestro personaje muera en ciertos videojuegos cuando cae al agua, sin motivo aparente? En Dragon´s Dogma nos hablan de un enemigo etéreo que acecha en el mar, y que nos comerá si nos adentramos demasiado.

El último detalle de calidad al respecto del escenario es uno que atañe a ese momento en el que tenemos que subirnos a la chepa de un enemigo. ¿No estáis hasta el gorro de gigantones que os tienden la mano, se encienden luces por todas partes y os obligan a pulsar un botón para iniciar el ascenso? Fuera tonterías, aquí te subes a la espalda de quien quieras, puedes propulsar a tus amigos a los aires y emplear elementos del terreno como trampolín para llegar más alto.

Por su uso de la luz y la oscuridad, por el modo tan natural de hacer el koala con lo bosses, por molestarse en emplear como recursos del título limitaciones del videojuego (el agua mata) y por otros muchos detalles que os invito a descubrir, Dragon´s Dogma aporta lo suficiente al género de la exploración ligera para que sea un título muy a tener en cuenta.