Lo mejor de Watch Dogs Legion: Récord de personajes, abuelas guerrilleras y El Rubius
Watch Dogs Legion aseguraba revolucionar el género del sandbox con su propuesta Play as Anyone. Un sistema que prometía la posibilidad de reclutar y controlar 'literalmente a cualquier personaje del juego'. Tras varios días jugando de cara a su análisis y a pesar de haber llegado a él con las expectativas muy altas, puedo confirmar que la promesa no sólo era cierta, sino que va mucho más allá de lo que nos habían contado.
Abuelas guerrilleras
Una de las cosas que más llamó la atención en la presentación de Watch Dogs Legion fue la presencia de una adorable y tierna abuelita como personaje controlable. La idea de llevar la revolución a las calles en la piel de una ancianita nos emocionó a todos, pero como os comentaba en el análisis, poco podíamos imaginar lo grata que iba a resultar la experiencia. La idea de Ubisoft de convertir a todos y cada uno de los ciudadanos de Londres en personajes controlables parecía imposible. Presupuse un planteamiento ligero que, como mucho, ofrecería un puñado de personajes 'importantes' con sus propias características y luego un montón de clones aleatorios o genéricos sin más interés que su apariencia. Pero afortunadamente no ha sido así.
En Watch Dogs Legion todos los personajes tienen su trasfondo, su personalidad y su círculo social. Sí, hay algunos que destacan sobre el resto por contar con más habilidades, potenciadores para todo el grupo y una historia más elaborada. Sin embargo, a la hora de la verdad todos los personajes tienen su perfil, todos pueden enfrentarse a todas las misiones, y lo que es más importante: todos son igual de válidos a la hora de oponerse a la opresión. ¿Queríamos integración? Pues Watch Dogs Legion nos sirve dos tazones llenos a rebosar de ancianos con problemas de movilidad, refugiados con enfermedades crónicas, abuelitas con armas de fuego, prostitutas expertas en artes marciales, agentes secretos con compulsiones, políticos ludóptas, conserjes expertos en robótica, artistas callejeros pacifistas, motivadoras con pistolas de paintball, influencers en pleno divorcio y mucho, mucho pero mucho más en donde podéis incluir al Rubius.
Todos somos valiosos
Para que os hagáis una idea, cada personaje que veas en Londres incluirá una serie de apartados en su personalidad. Primero tenemos el nombre y su relación con DedSec: partidario, seguidor, neutral, manía, odio... representados por pulgares arriba o pulgares abajo. A continuación está la ocupación, que define las habilidades del personaje a nivel individual. Finalmente están sus 'coñas y taras', o lo que es lo mismo, bonificaciones y debilidades. No todos los personajes tienen estas últimas, pero ahí encontrarás algunas genialidades como ludopatía, que te hará perder dinero; movilidad reducida, que impide correr, buscar coberturas y dificulta el combate y el parkour; muerte espotánea, que indica la presencia de una enfermedad crónica; comprador compulsivo, que hace que te desaparezca dinero y te aparezca ropa en el armario; antecedentes, que hace que si detienen a ese personaje tarde más en salir de la cárcel y un largo etcétera. En el lado positivo están los conocimientos médicos o legales, la fama, tener suerte y otro ectéctera para la colección.
Lo bonito de Watch Dogs Legion, más allá de poder ser quién te de la gana y dar forma a DedSec como prefieras, es el mensaje que manda al jugador: todos somos valiosos, todos somos perfectos y válidos para todo. Una lección de vida que no esperaba encontrar en un juego de Ubisoft y que ha sido lo más gratificante de las muchas horas que he pasado analizando esta última entrega de la saga. Cruzar la ciudad a lomos de una superbike en la piel de una jubilada ex policía, hackear los servidors del MI6 a través de las artríticas manos de un anciano conserje, acabar con un grupo de mafiosos a patadas interpretando a una canguro rebelde o hacer que un contratista de Albion cobre conciencia y decida enfrentarse a sus jefes. Más allá de la raza, el género y la opción sexual, los personajes de Watch Dogs Legion resultan exquisitos por cómo pertenecen a todos los estamentos profesionales y sociales y por cómo son capaces de romper las reglas del poder a la hora de enfrentarse a la opresión.
Por si esto fuera poco, Watch Dogs Legion incluye también relaciones entre sus personajes que obligan al jugador a tener cuidado y tratar de ser lo más limpio y certero posible en el cumplimiento de sus misiones. Llevar la violencia sin control a las calles puede traducirse en bajas civiles, personajes que no vas a poder recuperar para tu revolución y que afectan a sus conocidos aumentando el odio hacia DedSec, todo esto sin barras ni medidores de karma. Al final, estando lejos de ser un RPG, Watch Dogs Legion invita más al roleo que muchos RPGs del mercado. Conocer e investigar a los personajes, congraciarnos con sus círculos sociales y luego elegir la mejor opción para cada misión es todo un regalo que funciona y resulta creíble por la naturalidad con la que sucede, mucho más de lo que se podía esperar de esta innovación. ¿Usar el traje de soldado para entrar en la sede de Albion o tirar de obrera para entrar por el tejado en un dron de carga? ¿Abrirnos paso a tiros con el pistolón de la yaya expolicía o usar las habilidades hacker de un miembro de 404 para cumplir la misión sin siquiera salir del coche? Las posibilidades son infinita, y lo que lo hace tan grande es que ninguna es mejor o peor que la anterior, tan solo diferente. E igualmente válida.
¡Nos leemos!
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