1. Mundogamers
  2. Noticias

Lo bueno y lo malo del evento de navidad de Overwatch

Más trajes, menos originalidad
Por Julián Plaza

Lo merezca más o menos, no podemos negar que el GOTY 2016 según los Game Awards ha vivido un primer año intenso, lleno de cambios (nuevas incorporaciones, más modos de juego, sucesivas actualizaciones para equilibrar su plantel) que dejan entrever que será un ente cambiante con el potencial para seguir expandiéndose durante mucho tiempo. Tanto como Activision Blizzard quiera, quizás. El caso es que para hacer balance como es debido hay que acabar hablando del evento de Navidad, el que seguramente me está pareciendo el más pocho de todos.


En primer lugar vamos a especificar qué suele ser un evento de Overwatch y qué puedes esperar de cada uno. Hasta el momento hemos recibido el de los Juegos de Verano, el Terror de Halloween y el actual de Inverlandia, donde en cada uno de ellos se han ofrecido nuevos skins para algunos personajes -acompañados de frases, grafitis y gestos-, mapas conocidos adornados y un modo exclusivo ligado a la temática en cuestión. El primero nos dejó una especie de versión de Rocket League protagonizada por Lucio, la noche de brujas nos sorprendió con el primer modo PVE con cierto componente narrativo y el presente nos permite hacer realidad el placer de muchos, terminar con varias Mei en una misma ronda.



Más allá de lo que tiene asegurado cada evento, con el de otoño pudimos ver que en Blizzard le están dando vueltas al concepto del cooperativo vs IA. Las fases temporales son un buen terreno para experimentos. La trifulca de Junkenstein les podría servir a Jeff Kaplan y compañía para testear un futuro modo, quizás la esperada campaña ahora que sabemos que en la compañía están buscando gente especializada en este tipo de juegos. Quién sabe, igual no es un nuevo Diablo. Pero más allá de teorías, cada evento nos sirve para descubrir nuevas capas de un juego con unas mecánicas que dan para mucho.


La batalla de bolas de nieve de Mei seguramente sea la menos inspirada. Entiendo lo que quieren conseguir limitando la munición a un único tiro: dispara y recarga, como en la realidad cuando en diciembre bajas a la calle a liarte a bolazos. También, que hayan elegido Antarctica para darle un empujón al nuevo mapa que solo está disponible en el arcade, pero me parece un error conservar la muerte permanente. Las partidas exclusivas de los eventos de Overwatch deben ser ágiles, divertidas, y no es algo que se consiga si te eliminan y te dejan mirando una ronda que puede alargarse varios minutos. La solución me parece bien fácil: pon un contador de muertes por bando, una cuenta atrás, permite que los eliminados regresen al combate y el equipo que acumule más bajas gana la ronda.


overwatch

No estaría mal un segundo mapa para el arcade

 

No entraré a profundizar con el tema de las skins porque es algo que se suele querer o odiar, sin punto intermedio, aunque sí añadiré que me parece estupenda la iniciativa china de obligar a las compañías a especificar el índice de probabilidad de cada premio en las cajas, por ley. Ojalá llegue aquí. Mientras tanto le pido a Blizzard que se fije más en lo que hizo con el evento de Halloween. Le espera un gran 2017 a su nueva IP, con una liga que promete reformular la estructura del formato competitivo y que parece que dará un paso adelante en el acercamiento entre jugadores profesionales y audiencia. Me gusta el trato que está recibiendo, aunque espero que los eventos se publiquen con algo que me sorprenda, no que vengan porque toca. Esta vez, lo parece.


<< Anterior Siguiente >>