Llega Grounded - El nuevo juego de Obsidian aboga por la diversión y la diversidad en el videojuego
Grounded ya está disponible desde ayer en Xbox One y PC a través de su Acceso Anticipado en la store o directamente en Xbox Game Pass sin coste añadido para los miembros de la suscripción. El nuevo juego de Obsidian a la espera de Avowed nos muestra a una Obsidian haciendo cosas que nunca ha hecho anteriormente, y que aún así ofrece una experiencia muy divertida, con mucha personalidad y muy diferente a lo que estamos acostumbrados.
Diversión y diversidad
Grounded bebe directamente de Cariño He Encogido a los Niños para mostrarnos un mundo gigante con protagonistas en miniatura. Todo esto con un punto de vista muy ochentero que hará las delicias de los veteranos y los amantes del cine de Joe Johnston, Steven Spielberg y Robert Zemeckis en los 80-90. En nuestro papel como uno de los cuatro chicos y chicas protagonistas de esta historia deberemos avanzar por el gran jardín trasero de una casa en una zona residencial estadounidense mientras desentrañamos la historia que hay tras nuestro encogimiento y tratamos de sobrevivir al entorno.
El nuevo juego de Obsidian es pura diversión y diversidad. Diversión por la forma que tiene de plantear su experiencia de juego alejándose de los clásicos de supervivencia. Diversidad no sólo en su concepto más de moda con un plantel de personajes bastante completo a pesar de su escaso número, sino también en su compromiso por ofrecer algo nuevo dentro del catálogo actual del videojuego. Microsoft parece comprometida a ofrecer nuevas experiencias dentro de los títulos de sus estudios, y Grounded cumple sobradamente con una experiencia de juego que se disfruta igual de bien en solitario, con su propia campaña, como en grupo con amigos investigando sus misterios.
Lo que ocurre cuando un estudio lo pasa bien
Apenas he podido jugar una hora y media a esta versión en acceso anticipado de Grounded, pero tras las limitaciones de la beta y con todo el tiempo del mundo para explorar, me reitero en mis impresiones de junio y declaro al nuevo juego de Obsidian como uno de mis juegos de verano. La sensación de explorar ese fantástico mundo magnificado en tamaño y vida es espectacular. Casi tanto como aprender a interactuar con sus gigantescos habitantes e ir descubriendo, poco a poco, cómo ir construyendo herramientas y refugios mientras avanzamos en su particular historia.
Obsidian se lo ha pasado bien trabajando en este proyecto, y eso es algo que se nota en cada rincón de Grounded. El cariño y el mimo con el que se ha trabajado este jardín y sus alrededores se desprende en los gestos de las hormigas que os recordarán a Hormie, de Cariño He Encogido a los Niños, los ácaros rojos que parecen un guiño a Half Life 2 y las maquinejas dignas de cualquier película ochentera de los cienastas mencionados. Sus protagonistas muestran una personalidad propia comentando la realidad que les rodea, y si bien no cuentan con habilidades propias de clase -algo que personalmente agradezco- sí se sienten diferentes por su forma de afrontar cada reto y de dar su opinión a lo que está sucediendo.
Al final lo que queda es un caramelito para todos aquellos que buscan algo más en el catálogo de videojuegos y quieren divertirse con algo fresquito y sin moraleja sesuda. Una supervivencia que puede ser tan sencilla o complicada como quieras se da la mano con muy buenas opciones de accesibilidad, la posibilidad de modificar los partámetros de las arañas y una buena historia disfrutable tanto en solitario como en compañía para dar como resultado un juego que si sigue evolucionando así de bien va a ser un potente monstruo cuando llegue Xbox Series X. Aceptad mi consejo y jugadlo, dedicad un rato a entender cómo funcionan las cosas y dejáos llevar por su oferta de juego. Váis a encontrar algo diferente, bonito, divertido y muy necesario en un catálogo que algunos parecen empeñados en convertir en un sota, caballo, rey. Si se os hace cuesta arriba os invito a preguntarme en mi cuenta de twitter e intentaré echaros el cable en lo que pueda.
¡Nos leemos!
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