¡Little Devil Inside triunfa! El apoyo de la comunidad

Lo sé, estoy pesadito con el tema, pero qué queréis que os diga... Estoy orgulloso de haber aportado mi diminuto granito de arena a la inmensa playa en la que ha tenido lugar el bonito milagro de la vida, este parto de la financiación de un juego que promete tanto como Little Devil Inside. 

 

Llamadme exagerado,

que lo soy, pero nunca había participado en la financiación de ningún proyecto, y el saber que ahí están mis 50 pavetes y los artículos, los tuits y los mensajes de apoyos que se han unido a los de muchos de vosotros para animar a la comunidad a conocer y apoyar el desarrollo de Little Devil Inside, me pone feliz. 

 

Y es que, aún sabiendo que apenas sé nada de lo que terminará siendo el prometedor juego de estos coreanos que dan el salto de la publicidad al mundo del desarrollo del videojuego, tan sólo con sus pulidas animaciones, el cariño que le ha procesado la comunidad y el término de un proyecto que parecía imposible y al final se ha saldado con la consecución de los dos objetivos de pago que propusieron, me llevan a tener fe, y mucha, en nuestro mundillo. Y no hablo sólo del mundillo de los usuarios, sino también del de la prensa especializada y el de los desarrolladores que trabajan al margen de las grandes firmas.

 

 

Cuando crees en algo

No os voy a engañar: Perdí un poquito la fe en la industria cuando IGArashi siguió el rastro de Inafune, pero mira, que se queden los grandes nombres con todo los millones del mundo. Este fin de semana la comunidad ha hablado, y aunque no haya hablado en cifras astronómicas con las que financiar un simple juego en 2D de coste más bien ínfimo, lo han hecho de forma justa y decente para apoyar a los que quieres empezar a despuntar. 

Y a mí con eso me vale. 

Que se queden, decía, los grandes nombres con sus puñados de millones con los que seguir realizando una y otra vez el mismo juego con distinto nombre. para eso está el libre mercado. Mientras, pequeños nombres como los de Neostream, 2Awesome Games o SolarFall Games seguirán tratando de innovar, en mayor o menor medida, apoyados por el dinero y el aliento de los usuarios que creen en los sueños, en los propios y en los ajenos. 

 

¿Quién sabe? Puede que en un futuro sean los nombres de estos a los que hoy llamamos desconocidos los que consigan su financiación en cuestión de horas, como Bloodstained, Yooka Laylee o Mignty No.9. Esperoque,llegado ese momento, aún se acuerden de sus inicios y sigan apoyando el desarrollo de otras compañías y el crecimiento de esta mágica afición. 

 

 

El poder de la comunidad

El poder de la comunidad es enorme, y una de las cosas que más me ha gustado de este mes de subidas y bajadas que ha sido el mes de Little Devil Inside con sus aportes, sus retiradas, sus Jonathan y sus  bomas pesadas, ha sido el ver cómo la petición de una edición del juego en WiiU ha calado hondo en la compañía y ha hecho que se consiguiera ese primer objetivo que llevará al profesor de fenomenso extraós y su singular acompañante a la plataforma de sobremesa de Nintendo.

 

Como redactor y aunque no soy el feliz poseedor de una WiiU -aún-, me da mucho coraje ver que juegos que podrían correr perfectamente en la consola de Nintendo vetan su lanzamiento en la misma por una mera cuestión de números. Saber que una pequeña compañía apuesta por ellos porque consideran que así lo queremos los usuarios, mola.

 

Y poco más queda por añadir a esta especie de carta de 'joder, cómo molamos'. Me voy a atrever a daros las gracias a todos los que habéis apoyado el proyecto desde mi perspectiva como usuario que está deseando poner las manos sobre esa promesa de videojuego diferente, y a daros las gracias también como redactor por haber compartido esta pequeña iniciativa que, seguramente habrá significado poco de cara a los grandes números finales pero que, oye, almenos ha servido para ayudar un pelín. 

 

Ahora sólo nos queda, aparte de esperar, convencernos de la fuerza que tenemos como grupo y de que no hay nada que no podamos conseguir cuando nos mantenemos unidos. Un abrazo, tíos, que al final me voy a emocionar. 

 

¡Nos leemos!

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