LawBreakers y otros fracasos de los que ya ni te acuerdas
Os he hablado de LawBreakers en un par de ocasiones. El juego ha resultado ser un fracaso para el padre de Gears of War. El shooter se encuentra ahora mismo bajo mínimo, con menos de cien jugadores activos. Boss Key Productions se ha encontrado con algo que no consigue despegar, o que se estrelló nada más estrenarse. Pero no quieren rendirse. Así lo confirmaba el propio Cliff B. hace unos semanas, hablando de la evolución del juego. Esto hay que tomárselo con calma – dice – para que consiga seguir avanzando. Pero, ¿será una batalla perdida?
Probablemente, muchos de vosotros ni siquiera le hayáis dado una oportunidad a LawBreakers. A grandes rasgos, es un juego más que llega a un género ya de por sí muy variado, y que lo ha hecho sin dar demasiada importancia al marketing. Y es una lástima. El título luce bien, aunque no parezca innovador, pero llegar a un mercado saturado es una jugada arriesgada que a Cliff B. no le ha salido nada bien.
No es el único. ¿Qué ha pasado con Agents of Mayhem? Otro que se ha llevado un batacazo con horribles consecuencias. Volition está experimentando ahora un momento muy duro. Más de treinta trabajadores han sido despedidos en un estudio para el que no trabajan más de 100 personas. La situación ha llegado a tal punto que han tenido que recurrir a un veterano del estudio, que ya se marchó. Jim Boone ha dejado su puesto en Riot Games (y esto son palabras mayores) porque quiere rescatar al estudio en el que trabajó durante diez años. Pero, ¿cómo rescatar algo que parece muerto?
Y estos dos casos no están solos tampoco. El más sonado batacazo es el de Battleborn, el “primo hermano” (o primo segundo, como mejor os encaje) de Overwatch que salió casi a la vez y que vendía, de alguna forma, prácticamente lo mismo. ¿Qué le ha pasado a Battleborn? Que aunque encontró su público, no fue suficiente, y ahora ha debido seguir un camino diferente.
For Honor perdió al 95% de sus jugadores en Steam a los pocos meses de salir. The Division, a los tres meses, perdió al 93%. Juegos muertos para la comunidad que quizás han tardado demasiado antes de ponerse en marcha y hacer lo que se tiene que hacer en estos casos: seguir luchando e insistiendo, demostrar que están ahí por algo. Pero, cuando eso no funciona, ¿qué podemos hacer?
Lo que ha hecho Battleborn es lo más adecuado. Si tu modelo de negocio no funciona, dale la vuelta. Busca un camino diferente que pueda conseguir atraer a los usuarios. Mirad cómo está triunfando Fortnite Battle Royale, esa versión gratuita del juego que bebe del estilo de PUBG. Nos gusta lo gratis y solemos fijarnos más en los juegos cuando lo son. Pero no hay que olvidar en mantenerlos vivos, nos cuente lo que nos cueste, para que la comunidad siga ahí. Ay, cómo te echo de menos, Warhammer Online.
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