Las mujeres de Dishonored 2

Dishonored 2 es un juego maravilloso del que ya hablaremos con más calma en esta web. A falta de hablar del todo, vamos a centrarnos en las partes y en cómo su mundo se construye de pinceladas muy diferentes que, sin embargo, encajan bastante bien. Una de estas pinceladas tiene que ver con la presencia de mujeres de relevancia nada más empezar la historia, algo que le da un toque diferente al juego en comparación con su antecesor. 

 

Emily es la emperatriz de Dunwall, como lo fue su madre hasta que fue asesinada a manos de Daud y los Conspiradores. Junto a su padre, Corvo, establece el duo de protagonistas del juego: puedes elegirla a ella, que a mí me parece la elección más interesante; o a Corvo, que pienso elegirlo en mi segunda partida. Pero tener una protagonista, al final, no es lo que más me ha llamado la atención. Tampoco tener una antagonista, la verdad. 

 

Delilah se ha hecho con el poder (esto, sinceramente, dudo que sea spoiler porque sale en los trailers) y gobierna con puño firme con ayuda de un duque de una provincia alejada de Dunwall. Está genial tener una buena y una mala en un videojuego, pues normalmente, o tenemos una cosa o la otra; pero esto tampoco es lo que me ha llamado la atención de Dishonored 2. Ojo, que ahora si vienen unos pequeños spoilers de las primeras cinco o seis horas de juego.

 

 

Lo que me ha gustado mucho es tener a dos mujeres al lado de Emily como aliadas en su aventura. La primera, la capitana de barco Meagan Foster, que la saca de Dunwall, que es manca, de raza negra y tuerta de un ojo. Todo un cuadro, la verdad, pero es una caracterización que no nos sorprendería de un viejo lobo de mar siempre y cuando fuera un hombre. Dishonored 2 caracteriza a una de sus mujeres más importantes obedeciendo a un tópico de marinero machacado, y eso está genial. 

 

Después, tenemos a la doctora Hypatia, aliada que solo se suma a nosotros si la salvamos con un suero en lugar de matarla. Las elecciones de Dishonored son un poco así, pero currárselo, se ve recompensado con una aliada más que es francamente interesante. Es una muestra del cariño que ha puesto Arkane a su juego.

 

De momento, no puedo decir más sobre qué otras mujeres esperan en el juego, pero la naturalidad, la normalidad y la delicadeza con la que todas ellas se han mostrado y desarrollado alrededor de su protagonista me agrada mucho y me hace pensar, de nuevo, en por qué otros juegos no optan por hacer algo parecido. Tal y como lo expone Arkane, no parece tan difícil y no desentona en absoluta, que por lo general es lo que muchos opinan sobre este asunto. 

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