Las entregas anuales están matando/salvando a la industria

Para la cantidad de información que tenemos hoy el día al alcance de la mano gracias a internet y la cantirad de opiniones diferentes que podemos encontrar y compartir en una comunidad online, parece mentira lo desinformados que estamos con respecto al consumidor masivo, que al final, es el tipo de cliente que más dinero aporta a la industria.

Podríamos llegar a tener decenas de tiendas especializadas en las que depositar nuestra confianza para comprar un juego, tiendas con empleados competentes que ofrezcan una gran atención y conocimiento (utopía, por desgracia), y podemos tener toda la información sobre un juego en un par de clicks, pero todo esto de poco sirve cuando sólo una minoría presta atención a todo esto. Una minoría ruidosa e inconformista que siempre apuesta por hacer este mundillo mejor, pero que representa sólo unos miles con respecto a los millones de personas que ven un anuncio en la tele y se enteran de que ya ha salido la nueva entrega de la saga de moda, que van a comprar a un centro comercial. Y al final, las grandes compañías, las que en definitiva desarrollan y editan estos juegos, trabajan en función de esta gente, de estos fans.

Llevamos varios años viéndolo, cómo muchas sagas se transforman para adaptarse a lo que más vende por exigencias de los mandamases, gente que trabaja prediciendo y repartiendo números, pero no tecleando código ni disfrutando con un mando en la mano. Recientemente veíamos el caso del ex-CEO de Electronic Arts, John Riccitiello, al que un antiguo empleado acusó de no tener ni idea de videojuegos, algo creíble teniendo en cuenta lo que han hecho al transformar sagas como Mass Effect o Dead Space.

También hay mucho desconocimiento por parte de ese consumidor masivo, pero desde luego nadie les obliga a ser los más enterados del lugar, tienen todo su derecho a pedir un nuevo Assassin's Creed cuando aún no han terminado el 3, pero este no debería ser el motor que mueva a las desarrolladoras por mucho dinero que muevan a costa de gente así.

La anualización y el exceso de juegos ya han conseguido acabar, como ejemplo más claro, con el género musical, y aunque parece que la acción y la aventura tendrán un ciclo más largo, no tardarán mucho más en caer a este ritmo en el que ya es casi imposible ponerse al día con todos los lanzamientos. ¿Son necesarias estas entregas anuales?

Para Ubisoft, alias donde-dije-digo-digo-Diego, son los fans los que determinan si es necesaria una entrega nueva o no. Y por fans se refieren a esos millones de compradores que se lanzan a las tiendas sin criterio. «¿Que Assassin's Creed III no ha sido tan bueno? No pasa nada, ya lo arreglarán en el siguiente.» Y ese es justo el espíritu que guía a compañías como Ubisoft, Electronic Arts o Activision, y para esa gente es para quien hacen juegos con cada vez más presupuesto porque cada vez hay más compradores, centrándose cada vez más en el espectáculo y cada vez menos en las mecánicas jugables.

Este público masivo no se da cuenta de todo lo que conlleva hacer un nuevo juego, y piden, piden y piden porque compran, compran y compran sin pensar en que menos tiempo de desarrollo implica menos posibilidad para sacar a relucir nuevas ideas y menos tiempo para pulir fallos. Pero son quienes dan de comer a una industria que se vuelca en ellos dejando cada vez más de lado tanto a quienes buscan como a quienes ofrecen ideas originales y juegos sorprendentes bien desarrollados. El día que se termine esta carrera tecnológica por hacer el juego más caro con las mejores explosiones, el mundo del videojuego será un lugar mejor.