Las copias físicas deben reinventarse si no quieren morir
Esta semana ha saltado una nueva alarma en el mundo de los amantes de las copias físicas de videojuegos. Spyro Reignited Trilogy, el remake de los tres primeros juegos del dragón más famoso de PSX, vendrá solo con el primer juego en su versión en caja, y por consiguiente tocará descargar la segunda y la tercera parte y disponer de conexión a internet si queremos jugarlas. Esto ha despertado al fantasma de la muerte de las copias físicas de videojuegos, un mantra manido últimamente.
A principios de década ya se anunció que las copias digitales iban a sobrepasar las físicas, y es algo efectivo desde hace unos años. En EEUU, por ejemplo, ya suponen un 79% del global en el mundo de los PC, y aunque no disponemos de cifras oficiales de Sony, Nintendo y Microsoft, es fácil imaginar que sus respectivas tiendas digitales rinden cada vez mejor y más que su catálogo en stock. Que el videojuego en CD y caja debe cambiar es un hecho, le toca encontrar un nuevo lugar en el que seguir existiendo.
Las estamos viendo de todos colores. Ediciones coleccionista -la de Battlefield 1 y la de Mass Effect Andromeda, en concreto- que han venido sin el juego, versiones físicas para PC que solo vienen con la clave de Steam y, ahora, trilogías a medias como la del remake de Spyro. ¿A qué se debe? En la redacción, nuestro buen amigo Rafa comenta el interés por controlar las ventas de segunda mano y, seguramente, es una lectura válida que extraer, pero apuesto por un camino más simple: reducir costes.
Si la deriva del gran público va en tromba hacia las descargas digitales y el formato físico tiene sentido solo en el ámbito coleccionista, las distribuidoras intentarán abaratar la distribución en caja hasta donde puedan. Hasta donde la audiencia no se ponga las manos en la cabeza, o solo parte de ella. La inmediatez y la ausencia de desgaste de una compra digital le están ganando el pulso al DVD/Blu-Ray, que solo puede contraatacar con un hipotético futuro abandono de servidores/soporte que terminen dejando una consola obsoleta si no tienes nada en físico. Pero, mientras vemos si ese escenario termina llegando o no, los porcentajes van cada vez más en su contra.
¿Cómo debería contraatacar y sobrevivir el formato físico? Tirando de originalidad. Es un mundillo que debe ir olvidándose de la típica caja, aséptica y aburrida, que ya no cabe en la estantería de nadie, y que debe empezar a mirar cómo se venden las ediciones digitales de los juegos en las tiendas físicas de algunos países. Y sí, el mundo de la segunda mano lo tiene difícil en ese escenario, pero no se me ocurre un sistema viable en el que, a partir de 2020, los dos puedan coexistir manteniéndose tal y como están hoy. Don Mattrick no se equivocó tanto como pensamos.
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