La gran decisión de Dragon Age Keep

BioWare llegó a perder una buena parte de la confianza de los usuarios al ver que sus mundos con tantas decisiones, al final no importaban tanto. Tomemos las decisiones que tomemos en Mass Effect 1 y 2, no habrá diferencia palpable en Mass Effect 3 más allá de guiños y personajes que pueden aparecer o no sin afectar a la trama, y con Dragon Age: Origins y Dragon Age II ocurrió un poco más de lo mismo, pero había excusa.

Dragon Age: Origins era tan amplio en cuanto a decisiones y posibilidades que era prácticamente imposible de trasladar a otro mundo con coherencia, y aún así no lo hicieron nada mal a pesar de que aquellas decisiones del Guarda Gris de Ferelden no se vieron tan representadas como querríamos en Kirkwall. ¿Por qué volvía Flemeth pero no Morrigan? ¿Por qúé nos mostraban un Eluvian si de él no iba a salir la bruja con el hijo del Guarda?

Y para Dragon Age: Inquisition, alias Dragon Age III, estaba la gran duda de cómo podríamos llevar todas esas decisiones tomadas durante dos juegos a un nuevo mundo en una nueva consola, con un cambio de generación de por medio. La respuesta es Dragon Age Keep.

En Dragon Age Keep podemos dar forma a nuestra propia historia de dos modos posibles. El primero, que la cuenta de Origin que utilizaremos en Inquisition sea la misma que la cuenta de BioWare asociada al Gamertag o PSN ID con el que jugamos a los anteriores títulos, y que se transfieran los logros, ciertos beneficios y ciertas decisiones a una historia interactiva. La segunda, crear esa nueva historia, decisión por decisión.

Es algo mucho mejor, más inmersivo y con muchas más decisiones que tomar que aquel cómic interactivo de Mass Effect 2 y 3 que servía de repaso a la saga. Aquí no podemos cambiar absolutamente todo, pero hay tantas decisiones que muchas seguramente ni recordaremos, más aún contando con que ofrecen todas las respuestas posibles con una infinidad de variables que puede que no estuviesen ni cerca de lo que fue nuestra partida en su día.

Además, aquí partimos con mucha ventaja. Puede que tomases la decisión incorrecta y alguien de tu grupo muriese (o no), o puede que fueses un piratilla de la época o sin pensar mal, que comprases Dragon Age: Origins de segunda mano y no te viniese con los extras de Shale el Gólem o el Sabueso Mabari, o que no quisieses pasar por el aro del DLC y ver la historia de la elfa interpretada por Felicia Day. Ahora podemos arreglarlo.

Las misiones principales en Dragon Age: Origins se simplificaban en si apoyar a un bando o a otro, a elfos o a hombres lobo, a un gobernante enano o a otro,... Aunque también se podía intentar solucionar por la vía pacífica o por las malas, claro que al final te quedabas sin apoyos para la batalla final, cuyo resultado era el realmente relevante. Más de lo mismo para Dragon Age II, en el que por ejemplo podías resolver el conflicto de los Qunari de forma pacífica, pero a cambio de una gran pérdida.

Algunas de estas decisiones son bien fáciles de recordar a menos que no estuvieses prestando nada de atención a la historia, pero otras no tanto, y Dragon Age Keep nos ayuda a hacer memoria y, sobre todo, a aportar los datos más relevantes sobre los DLC (no todos) que mucha gente no jugó y que en ambos juegos aportaban mucho a una trama por desarrollar.

Dragon Age Keep tiene dos grandes aciertos. El primero es poder hacer como si nada, por mucho que se importen ciertos datos de tu partida, siempre podrás hacer un 'todos vivos' para ver lo que pasa, y esa será la mejor decisión para quienes no hayan jugado a los anteriores títulos y tengan ganas de Inquisition. Entra en Keep, echa un rato seleccionando lo que mejor te parezca intentando que estén todos (o casi todos, Carver/Bethany) vivos, y disfruta del resumen de la historia que has creado.

El segundo gran acierto es que también hay solución a la posibilidad de que puede que ahora no tengas el mismo Gamertag o PSN ID que entonces y que las cuentas de Origin sean distintas. No hay problema, haz amigas a tus dos cuentas, importa tus datos a tu cuenta antigua, guarda el mundo creado con todos los datos transferidos y compartelo con tu cuenta nueva para guardarlo allí y transferirlo a Dragon Age: Inquisition una vez esté en tus manos, a partir del 21 de noviembre.