What Remains of Edith Finch encierra un poderoso mensaje en su final, uno cuya explicación deberíais encontrar vosotros mismos. Si todavía no lo habéis jugado, hacedlo, porque hablaremos de él, de cómo narra y de una de las historias más maravillosas que nos ha ofrecido el videojuego en años.
El final de What Remains of Edith Finch es potente, aunque me imagino que a muchos os habrá sabido a coitus interruptus, y es que ¿quién es realmente Edith? ¿Qué ha pasado con ella? ¿Cómo ha muerto? Tanto la protagonista de esta aventura como cada uno de los personajes del videojuego, y cuyas vidas se explican a través de narraciones soberbias, nunca se presentan de manera plena, siempre lo hacen de manera parcial o velada. Y eso es lo maravilloso de What Remains of Edith Finch.
Porque el videojuego de Giant Sparrow quiere hacernos comprender varias cosas: que la muerte aparece cuando menos te lo esperas y sin explicación, que la vida es corta y que de cada una de ellas se puede extraer un precioso relato. También nos cuenta que es imposible escapar de esta realidad y que la única manera de luchar contra la muerte es ser optimista y traer nueva vida al mundo. Eso es What Remains of Edith Finch, porque ¿qué queda al final de Edith Finch? Un hijo que se lleva consigo todas las historias de todos aquellos que vivieron tras él.
El videojuego cuenta con muchos pasajes potentes. Un primer tramo de introducción antes de llegar a la casa que habla de pérdida, de misión desesperada. Edith camina hacia el interior de la mansión de los Finch sabiendo que no va a encontrar respuesta a esa gran pregunta: '¿por qué se muere la gente?', pero es una pregunta tan maravillosa que no puede evitar formulársela.
Al entrar, podemos apreciar retazos de todos los Finch, muertos todos en extrañas circunstancias, por toda la casa. Las puertas de sus cuartos, las puertas a sus vidas están cerradas, y solo podemos mirar a través de una mirilla para obtener una imagen distorsionada de cada una de ellas. Para poder acceder a estas habitaciones, a ellos, tenemos que esforzarnos y colarnos por los recovecos de su casa. Tenemos que sudar para llegar verdaderamente a ellos. What Remains of Edith Finch nos da, así, una lección jugada de la diferencia que existe entre tener una primera impresión de alguien y querer llegar realmente a conocer a ese alguien.
Al entrar en cada estancia encontramos un documento que nos habla de cómo murió cada uno de los Finch, historias fantásticas de mutaciones animales, ataques de monstruos vivientes y sensacionales transformaciones en monarcas que mueren de éxito. Muchas de ellas están escritas por la anciana Edie, la gran cuentacuentos. La abuela, su manera de vivir y de obrar, es la clave de todo. Su casa está llena de libros y documentos, de sabiduría y de investigación. Edie es una mujer lista y perspicaz cuya naturaleza se hereda a Edith (el parecido en el nombre no es coincidencia), una que ve morir a todos sus seres queridos, una que nos deja claro que también se ha hecho muchas veces la pregunta '¿por qué muere la gente, por qué mueren todos los Finch?' y que, como respuesta, solo encuentra el humor, la fantasía y la esperanza. Porque no hay respuesta.
En el remate de la aventura, la madre de Edith, e hija de Edie, decide abandonar la casa familiar, como si haciéndolo se pudiera huir de la maldición que ha acabado con toda su familia, con la misma muerte. Pero hacerlo no ayuda, porque acaba muriendo igualmente. Edie se queda en la casa, no huye, solo lo hace cuando su hija quiere encerrarla en un asilo. Lo divertido es que ella es la única que muere de vieja, no por causas extrañas, como si al entender la muerte como algo fabuloso hubiera llegado a comprenderla y evitarla.
Para potenciar la transmisión de este mensaje y las historias fabulosas que han llevado a cada uno de los Finch a morir, What Remains of Edith Finch hace algo maravilloso: cambia la narrativa de cada una de las historias, haciéndonos vivir capítulos independientes en los que se alteran los narradores, la jugabilidad y la representación gráfica. Es así cómo comprendemos que What Remains of Edith Finch nos está intentando explicar que cada persona es única, que tiene una historia propia que ha de ser contada de manera especial e irrepetible.
Por supuesto, esta explicación del final de What Remains of Edith Finch es absolutamente personal, pero este es el interesante mensaje con el que yo me he quedado. Si lo habéis jugado, que me imagino que sí porque sois gente de bien, me gustaría conocer vuestras propias impresiones del título.