La ausencia de Phil Spencer en Game Awards no mola
Apenas quedan dos días para la gran noche en Las Vegas, y las cosas en el Strip deben estar poniéndose intersantes. Entre luces, bambalinas, el sonido de las máquinas tragaperras y el eco solitario de los bolsillos recién vaciados, las compañías más potentes del mundo de los videojuegos preparan una noche mítica que promete inaugurar toda una serie de galas anuales en reconocimiento del videojuego. ¿Todas? ¡No! Una pequeña compañía poco importante, una cuyo jefazo se niega a acudir, resiste ahora y siempre a Geoff Keighley. Su nombre es... Microsoft, creo.
The Game Awards 2014
El 5 de diciembre y si el tiempo, el destino, los hados y odin no lo impiden, se celebrará en la ciudad del juego y el vicio el primer The Game Awards -2014 en este caso-, que premiará los mejores juegos de 2014 a la vez que sirve de plataforma de promoción y pistoletazo de exclusiva, todo ello en las manos y la voz del presentador estadounidense de videojuegos por excelencia, Geoff Keighley y su inagotable twitter.
Con la presencia de grandes personalidades del mundo de videojuego, la asistencia de los directivos de -casi- todas las compañías y alguna que otra actuación mediante, Keighley ha estado haciendo fuego en su twitter personal anunciando promociones, tráilers, actividades y un mínimo de 12 exclusivas mundiales que, según él, nadie querrá perderse.
En medio de todo este berenjenal en el que la presencia de Sony está más que asegurada con No Man's Sky, Bloodborne, Thje Order:1886 y alguna sorpresa que todavía nos tienen guardada, la decisión de Phil Spencer de no acudir al evento resulta chocante, difícil de entender y, en cierta forma, grosera.
Hagan juego
Es más que obvio que a Sony la situación le ha venido que ni pintada, pues justo después de acabar Game Awards y sin necesidad de moverse del hotel, la ciudad de Las Vegas acogerá la Playstation Experience, un evento de dos días en el que los nipones presentarán todavía más exclusivas, celebrarán largo y tendido su 20º aniversario y sorprenderán a los asistentes con alguna que otra experiencia interactiva.
Sin embargo, esto no quita para que la decisión de Phil Spencer haya sido, cuando menos, inquietante. Por lo pronto ya son muchas las voces que apuntan a que la no presencia del tipo que amaba a la televisión podría significar también una ausencia de la compañía, que se verá limitada a los multiplataformas que puedan presentar las grandes empresas como Activision o Ubisoft. Compañías, dicho sea de paso, que estarán disfrutando del evento junto a Scott Rohde, jefazo de Sony Playstation, en una gala de la que podrían surgir acuerdos más que beneficiosos.
Posibilidades de acuerdos a un lado, la ausencia de Spencer también parece un reconocimiento tácito de su segundo puesto en la carrera next-gen, y deja en mal lugar a los diez millones de usuarios que han apostado por su plataforma. Como videojugadores, nos gusta ver que los mandamases de nuestras consolas están metidos en el ajo, y la decisión de Spencer no deja de ser un eco de aquellos primeros Nintendo Direct que votaban por el alejamiento de las masas en pro del 'hablemos en un corrillo cerrado'.
¿Cuál es el plan Phil?
Y lo pregunto porque no tengo ni idea. Ya hace tiempo que los de Redmond advirtieron que no habría datos ni noticias de los exclusivos de Xbox One hasta 2015, pero al menos su presencia habría significado algo, y mucho, para los que siguen siendo fieesl a esa X poderosa que todavía brilla en verde en algunas casas.
Los rumores son muchos, y mientras unos apuntan a que no habría sido una situación agradable frente a la lluvia de contenidos que va a caer por parte de la competencia, otros hablan de políticas de silencio e incluso hay quien tiene fe en una aparición por sorpresa, digna de una obra dramática de Shakespeare, en la que Spencer lance una exclusiva que deje al mundo sobrecogido.
Sea como sea, acierte quien acierte, la presencia de Spencer en The Game Awards habría sido un detalle de agradecer, al margen de las presentaciones que hiciera o no la compañía. Su ausencia deja un regusto amargo, una falta de apoyo a Game Awards que huele a rabieta, una falta de apoyo a los usuarios que, seguramente, muchos no apreciarán, y una falta de apoyo a la compañía al mantenerse al margen de un primer evento que podría desencadenar algo grande.
¡Nos leemos!
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