La actualización de Sekiro y nuestra situación como jugadores temporales
Ya está disponible la última actualización de Sekiro: Shadows Die Twice, siendo la primera que desde el lanzamiento del título introduce algunos cambios de relativa importancia. No varían la experiencia ni el juego en sí, pero sí son lo suficientemente sutiles como para modificar algunas características concretas de la aventura. Esto me ha hecho pensar en lo temporales que se han convertido los videojuegos, siendo más importante que nunca el momento en el que decidir disfrutar de una obra.
El jugador que comience ahora su aventura en Sekiro lo hará con algunas pequeñas variaciones en su batalla contra el toro, en cómo se gastan los emblemas espirituales, en el efecto que producen algunas herramientas del brazo prostético del protagonista y de un cambio en el dropeo de algunos recursos. Sí, son cambios prácticamente testimoniales, que no van a cambiar la obra, pero sí lo suficiente como para que su partida sea diferente a la mía. Y tan solo han pasado unas semanas desde entonces. ¿Qué pasará cuando hayan sido muchos parches más?
Durante dos generaciones nos hemos hartado de escuchar y de decir eso de "jugar cuanto más tarde posible es mejor", tanto para la experiencia general como para nuestro bolsillo. Algunos títulos (unos más que otros) aparecen en el mercado en un proceso de beta infiltrada, que va perfilándose y actualizándose al mismo tiempo que algunos jugadores disfrutan de él o incluso cuando ya lo han terminado. ¿Cuántos videojuegos habrán variado casi completamente algunas de sus características desde que los jugamos a su estado actual? Los que entendemos a esta industria como un medio de expresión nos damos de bruces con esta realidad palpable desde hace años: importa y mucho el momento en el que jugamos a una obra.
Esto no tiene por qué ser negativo, puesto que los cambios introducidos siempre serán para mejorar el producto o para adaptarlo a las necesidades actuales. Sekiro es una prueba de ello, con pequeños arreglos que el estudio ha querido presentar. Pero esto nos pone en una situación muy complicada, como analistas o críticos, con ciertos títulos que quizás ahora tengan problemas serios en sus apartados técnicos pero que quizás en el momento en que llegue al consumidor que ha leído ese texto o ha escuchado esa opinión ya no estarán presentes. Yo mismo acabo de terminar Days Gone (tendréis disponible el análisis el jueves) y estoy seguro de que van a llegar parches y ajustes que van a variar la experiencia que vais a tener respecto a la mía, probablemente desde el mismo día del lanzamiento mundial del producto. Sea más o menos notorio, es la realidad.
Las obras, en su concepto y por normal general, no varían en su experiencia y en la transmisión de las ideas, pero sí lo hacen a nivel técnico y funcional dentro del terreno de los videojuegos. Se ha estandarizado y se ha aceptado la incorporación de actualizaciones y parches, en ocasiones de muy importante factura, convirtiéndonos más que nunca en jugadores temporales. Sí que importa el momento exacto en el que decidimos disfrutar de una obra, en mayor o menor medida en según qué casos, siendo una característica más que se añade y difiere en los videojuegos respecto a otras vertientes artísticas.
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