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Kinect digievoluciona a chiste de la vaca

Y lo hace por méritos propios
Por Rafa del Río

¿Os acordáis de ese viejo programa de los noventa llamado El Informal? Sí, hombre, seguro que sí. En él, unos jovencitos Flo, Patricia Conde y alguno que otro que ya no recuerdo, llevaban a cabo una serie de sketches, gags y demás que tenían de base las paridas que el bueno de Flo ya había aprendido a afilar en su paso por el programa de Pepe Navarro

 

A lo que voy, en El Informal había una sección de doblaje de películas clásicas en las que, de vez en cuando, se recurría al momento tensión de 'va a contar el chiste de la vaca'. Un momento tensión que nunca sucedía, y aunque durante varios temporadas se amenazó con contar 'el chiste de la vaca', al final nunca llegamos a saber cómo éste terminaba. 

 

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Kinect es el nuevo chiste de la vaca,

y como muchas de las cosas de El Informal, es un chiste sin puñetera gracia. Resumiendo rapidito los primeros años, comenzó siendo la promesa de un niño hablando con Molyneux que nunca se llevó a cabo, continuó prometiendo una interacción que luego nunca sucedió, y ahí se quedaron tantas buenas ideas que, como la culminación de Shenmue, nunca habrían de llegar. 

 

Finalmente, y tras un paso más que accidentado por 360, Kinect se convirtió en la amante secreta de Donn Mattrick y se elevó en la protagonista induscutible de las puyas a los compradores de Xbox One: 'Estáis comprando un trasto a 100 pavos, pardillos' chillaban los tocapelotas de turno. 'Ya veréis cuando funcione, ya', se defendían los más optimistas. Sin embargo, la cosa no funcionó, Mattrick fue enviado al exilio y el nuevo flamante señor Xbox, Phil Spencer, decidió en corrillo eliminar la máquina de los imperativos de compra de Xbox One

 

Rare quedó libre -más o menos, a nadie se le escapa esa presentación de Banjo Kazooie con ayuda de fake kinect de hace poco-, Xbox One se hizo competititva, la cámara se quedó un poquito de lado, y entonces decidieron que iban a darle nuevos usos. 

 

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¡¡Kinect en PC!!

Poco antes de la bajada de pantalones general en Redmond y la eliminación de Kinect del pack 'porcojones' de Xbox One, Michael Mott, director de desarrollo y aplicaciones de Xbox, anunciaba el desarrollo de Kinect para Windows 8 y se liaba la manta a la cabeza a soñar con lo que el futuro iba a ser gracias a Kinect. 

 

Era abril de 2014, hace exactamente un año. Hace eso, tan solo 12 meses, Mott trató de convencernos de que Kinect iba a partir la pana en Windows. Iba a permitir navegar con Cortana, iba a permitir manejar el ordenador con gestos, e iba a resultar una herreamienta imprescindible en la domótica del futuro. Y así, mientras Mott soñaba con el futuro de Kinect en PC, la cámara más polémica de la historia salió al mercado...

 

...Para ser retirada unos meses después en pro de su hermana mayor, más guapa y con las tetas más grandes. Kinect V.2 sacaba del mercado en enero de este año a la 'vieja' Kinect V1 porque ésta no iba a ser tan compatible con windows 10 como su hermana mayor. 

 

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Ahora viene el chiste de la vaca:

En enero de 2015, ésto es, hace tres meses, Microsoft retiraba Kinect V1 y dejaba la V2 como líder indiscutible de la domótica, el futuro y su aplicación como periférico predilecto de Windows 10. Ahora, en abril, con Windows 10 todavía por salir, Microsoft llega y dice que bueno, que no, que en verdad van a dejar de producir Kinects V2 porque es una tontuna, que para eso mejor nos compramos la Kinect de Xbox One a 150 euros que, con un aparatito de 50 euritos más, funcionará perfectamente en nuestro ordenador. 

Y aquí paz y después gloria. 

Porque sí, es una estupidez estar fabricando dos aparatejos iguales con nombres distintos, ¿verdad? Sería casi tan estúpido como sacar varias versiones iguales de una consola con la mera distinción de tamaño o color. Sería una estupidez tan grande como fabricar dos cámaras y no darte cuenta desde el primer día que ambas son iguales y no hace falta más que un adaptador para que cumplan en ambos sistemas. Sería una estupidez tan grande, en fin, como tener la esperanza de que aún quede alguien que tiene fe en Kinect fuera del pabellón psiquiátrico de Redmond o del apartamento en la playa del señor Mattrick. 

 

¡Nos leemos!


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