I am Setsuna, ¿el JRPG del verano?
A este verano le falta una cosa: un juego de rol largo, con chicha y con mucho por hacer. Todavía recuerdo el verano de Final Fantasy VII, no hacíamos otra cosa que ir a la playa y recorrer cada esquina de Midgar y el resto de mundo de juego de Cloud y los suyos. Es una lástima que Final Fantay XV no quiera salir en julio, porque sería el título perfecto para estas vacaciones, o que Star Ocean Integrity and Faithlessness no haya dado la talla.
La semana pasada se puso de oferta un videojuego que es ideal para este verano: Fallout 4. Pese a sus bugs, problemas de rendimiento y desvirtuación de lo rolero, es un título perfecto para caminar, recorrer e investigar todo lo que tiene para ofrecerte, pues es largo, acabarlo al 100% te llevará mucho tiempo y eso precisamente lo que tenemos en verano: tiempo.
Por fortuna, hoy ya está a la venta I am Setsuna. Square Enix, a través de Tokyo RPG Factory, la señalada como la encargada de traer el JRPG clásico a nuestros días con todo su lustre, nos brinda una historia que mezcla muchas cosas ya conocidas de de la desarrolladora. La historia de I am Setsuna es un viaje que termina en sacrificio, pues hay un demonio que hay que apaciguar con sangre.
Este punto de partida tan de Final Fantasy X se junta con conceptos conocidos de otros Final Fantasy anteriores al séptimo: cámara cenital, exploración por mapeados que se alternan entre ciudades y mapamundis y crecimiento de los personajes a través del viaje que tienen por delante. Los combates son por turnos, pero no cuentan con los rigores habituales del género, pues vienen suavizados por las enseñanzas de Chrono Trigger: podemos realizar ataques combinados, las peleas se desarrollan si trasladarnos a otro espacio de juego auxiliar y tenemos algo muy parecido al sistema Active Time Battle, es decir: una barra de turnos que nos obliga a estar siempre atentos a lo que sucede en el combate.
Para que I´m Setsuna se convierta en el JRPG del verano tiene que conseguir dos cosas: que el fondo supere a la forma, es decir, que no se quede solo en querer ser una contemporánea y bonita imitación de los JRPG de Super NES, tiene que saber ir un poquito más allá, tiene que conseguir que no me apetezca volver a jugar a Final Fantasy VI en PSVita, sino llegar al final de la aventura que propone. Lo otro que tiene que lograr para serlo es tener muchas cosas que hacer al llegar al final de la aventura. Una vez rescatada a Setsuna y no matarla, o sacrificarse el prota que se enamore de ella en su lugar (¿qué os jugáis a que la cosa acaba así?), tiene que haber enemigos poderosos que eliminar, magias que localizar y una aventura paralela para desarrollarse.
Esos son los dos grandes retos de I am Setsuna, conseguir superarlos no es fácil, pero ha de intentarlo.
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