Hotline Miami, ¿de verdad es para tanto?
Día sí, día no, alguna noticia relacionada con Hotline Miami nos asalta. Que si una secuela, que si el juego llega a The Pirate Bay con el consentimiento de su autor, que si Eurogamer le pone un diez... ¿De verdad merece todo este bombo?
Todo comienza hace ya un par de meses, cuando a mediados de octubre comienza el hype por el título. Vistas las primeras informaciones, no hay nada fuera de lo normal porque Hotline Miami es un título que se presta mucho a todo el bombo que los circuitos indies suelen dar a este tipo de juegos: temática, y estética, ochentera; pixelacos; violencia cruda; jugabilidad old school...
Pero pasan las semanas, el juego sale en plataformas digitales, y la bola que genera se hace cada vez más grande. Su creador, Jonatan Söderström, asegura que la secuela ya está en marcha y la crítica, en general, comienza a generar un halo muy señor Lobo en el que todos se congratulan por lo bueno que es el título y se vuelven muy locuelos con cualquier mención relativa al mismo.
Pero, ahora en serio, ¿de verdad merece ese diez de un medio como Eurogamer? Está claro que cada redactor, y cada medio, puede poner la nota que le salga de las narices pero mi experiencia con Hotline Miami me dice que el título de Söderström es un juego independiente como muchísimos otros que pueblan la red. Es simpaticón, propone una jugabilidad a la antigua usanza que no permite el más mínimo error y su estética mola. Sí, está bien. Pero también tiene puntos negativos que le colocan en el mismo escalón que otras muchas propuestas a las que damos bola una semana y luego se nos olvidan en el baúl de los independientes.
Vaya por delante su sistema de control. Engorroso y complicado hasta la desesperación, te obliga a ser un as con el ratón para poder dar muerte a todos los enemigos en pantalla. Y dejando de lado que su jugabilidad ultra hardcore pueda echar para atrás a los que somos más garrulos en esto del videojuego, el título se puede hacer algo repetitivo puesto que gira alrededor de unas mecánicas muy simples que deberemos poner en práctica en varios escenarios, a cada cual más complicado.
Hace poco leía en Twitter que la unanimidad de la prensa era un síntoma de que el juego era bueno de por sí. No cabe duda de que Hotline Miami ha gustado, y mucho, pero vaya desde aquí una reivindicación para todos aquellos que creemos que el juego no es para tanto. Ni ha inventado el medio ni es el título definitivo que nos va a salvar el año. Otra cosa es que Söderström, como ya se ha apuntado en otros foros, tenga muchos contactos dentro del mundillo indie que le hayan allanado el camino del marketing por las redes habituales.
¿Héroe o villano? ¿Qué opináis vosotros del fenómeno Hotline Miami? Un redactor de Mundogamers ha llegado a decir que el juego es "feo". ¿Le apaleamos o le damos nuestra bendición?
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