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Evocando a The Neverhood y Skullmonkeys con Armikrog.

Claymation puro y duro
Por José Manuel Fernández "Spidey"

Aunque Douglas TenNapel trabajara en un buen puñado de videojuegos allá por la primera mitad de los años noventa (animando títulos como TechnoClash, The Jungle Book o aquel Jurassic Park de Sega para Megadrive), fue con Earthworm Jim donde conseguiría cierto reconocimiento. Erróneamente atribuido al dúo formado por David Perry y Nick Jones, el carismático gusano de Shiny Entertainment es un concepto ideado por TenNapel, que se encargara de darle vida antes de que la antaño prestigiosa desarrolladora se hiciera con los derechos del carismático personaje.

 

Cabe decir que TenNapel es un artista increíblemente talentoso, hasta el punto de ostentar el prestigioso premio Eisner por su faceta de dibujante. Aparte, nuestro hombre tiene en su currículum un buen puñado de magnas obras en los dispares ámbitos artísticos. No obstante, y siguiendo con los videojuegos, tenemos que citar una creación que bien puede tener la vitola de clásico incunable.

 

Si el videojuego es arte, The Neverhood debería estar en un museo desde ya.

Se trata de Klaymen, el personaje protagonista de The Neverhood (1996) y Skullmonkeys (1998). Cabe citar que The Neverhood fue un proyecto bastante sonado en su tiempo, a pesar de no lograr alcanzar un apabullante nivel de ventas. Nos encontrábamos ante una aventura gráfica al viejo estilo, con la particularidad de que todos los elementos dispuestos en pantalla estaban realizados con la técnica claymation, o sea, habían sido realizados con plastilina. The Neverhood era un juego magnífico, muy divertido tanto en su concepción lúdica como en lo concerniente a lo que se nos contaba en la pantalla, y para colmo, sonaba de lujo, gracias a la portentosa banda sonora de Terry Scott Taylor.

 

A pesar de que la crítica tuvo muy buenas palabras para The Neverhood, el público no reaccionó tan bien. Quizás por ello se decidió alterar de registro con su secuela, Skullmonkeys, cambiando tanto de género como de plataforma. Así, y continuando con la estética claymation, esta nueva entrega sería un juego de saltos y habilidad un tanto al estilo Donkey Kong Country. Por su parte, el juego saldría en PlayStation, dejando esta vez el PC de lado tratando de buscar más público. Extrañamente, con esas cosas injustas que se suelen dar en el panorama del ocio electrónico, Skullmonkeys tuvo excelentes críticas por parte de la prensa especializada, pero los usuarios volvieron a pasar de la creación de TenNapel.

 

Nunca me cansaré de ver la escena de las alubias de Skullmonkeys. Y siempre me hará reír. 

Es interesante el detalle de que Klaymen se hizo tremendamente popular en Japón, donde el irreverente humor de los juegos lo elevó a lo más alto. De ahí que Riverhill Software programara en 1999 para PlayStation un divertido ejercicio arcade llamado Klaymen Gun Hockey, obra que no llegó a salir del país del sol naciente. No mucho después se desarrollaría en occidente BoomBots, un extraño one vs one con Klaymen y toda su panda de plastilina que pasó bastante desapercibido, siendo todo un incomprendido en líneas generales. Y aquí se paró la relación de Doug TenNapel con el mundo de los videojuegos...

 

...hasta ahora. Junto a los veteranos de la industria Mike Dietz y Ed Schofield, TenNapel ha creado el concepto Armikrog, que pretende recuperar toda la esencia de The Neverhood. Plastilina, las increíbles composiciones musicales de Terry Scott Taylor y mucho, muchísimo arte se aúnan en esta obra de Pencil Studios, que pugna por encontrar su hueco en la industria dentro de la plataforma Kickstarter. Teniendo en cuenta el historial del equipo al cargo, estoy completamente seguro de que vamos a tener entre nosotros una grandísima aventura. Por mi parte, y solo con recordar las risas que me eché con The Neverhood y Skullmonkeys, ya han conseguido que apoye su propuesta.

 


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