En Dragon Quest Builders lo construido desaparece
Mañana sale el que, para mí, es uno de esos juegos del año que parecen mediocres a simple vista pero que una vez que los juegas te enamoran; sí, un sleeper en toda regla. Uno que os recomiendo tremendamente por tener la valentía de copiar a Minecraft y hacer todo lo posible por ser distinto. Dragon Quest Builders no es Minecraft por la sencilla razón que vuestras creaciones no se mantienen a lo largo de toda la partida; no. Los poderes constructivos de nuestro arquitecto son finitos. Salvamos un territorio con nuestro arte de proyectista, pero luego levantamos el vuelo hacia otro mundo, ¿y lo que hicimos en el anterior? Eso desaparece o más bien se queda en otro plano de existencia.
Somos un Mary Poppins con martillo, escuadra y cartabón. Reconstruimos ciudades, levantamos civilizaciones, y una vez que lo hemos logrado lo dejamos todo atrás para iniciar una nueva labor constructiva en otra parte, y lo hecho se queda atrás. Sí, Dragon Quest Builders se divide en capítulos, y esto no va de construir el castillo más molón o una estrella de la muerte más grande que la de tu vecino, va de salvar el mundo levantando ciudades. Esto echará hacia atrás a más de uno que buscan un Minecraft a la japonesa, porque esto no es Minecraft, eres un arquitecto del amor fugaz, ocasional y local.
Cada capítulo de Dragon Quest Builders trata un motivo por el que una ciudad queda destruida: una plaga, el odio… nosotros llegamos, mediamos entre los hombres, salvamos y reconstruimos. Sí que tenemos un modo de juego en el que podemos construir de una manera superficial y compartirlo con nuestros colegas, pero lo principal de este juego es edificar una ciudad capaz de salvar a una comunidad, dejarla atrás y viajar a un nuevo reino, tratando al llegar a este nuevo territorio con una nueva miseria de la humanidad.
Escribo este pequeño texto para animaros a disfrutar de la campaña de Dragon Quest Builders sabiendo que el título apuesta por un tipo de construcción distinta. Esto no va de ser caprichoso con los recursos de un territorio, con hacer carpas de circo o realizar una imitación a ritmo de vóxel de Desembarco del Rey; Dragon Quest Builders consiste en entender que el urbanismo puede salvar una ciudad y que el mundo se puede arreglar fabricando casas con barro y no tanto matando monstruos; que lo haréis, pero aquí lo fundamental es usar la arquitectura para hacer un proyecto humanitario y luego otro, dejándo lo anterior atrás. Es bueno que lo sepáis antes de comprar este juego: cuando acabáis cada campaña de cada capítulo pasáis al siguiente, y lo conseguido en el primer capítulo no se traslada al segundo. Amadlo como es.
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