El Summer of Arcade patina

Se han hecho públicas las cifras de ventas del Summer of Arcade de Xbox 360 y, para qué negarlo, han sido bastante pobres. Por contra, los juegos indies gozan de mayor popularidad que nunca en la plataforma. ¿Contradicción? ¿Se ha estabilizado el género?

 

Algunas de las cifras las ha publicado Gamasutra, otras Eurogamer, pero es indudable que algunos de los títulos independientes para el verano no han tenido el éxito que sí le hemos conocido a otras entregas de años anteriores. Como muestra, Wreckateer, aquella especie de Angry Birds para Kinect, que en su primeras semana sólo ha contabilizado algo menos de 7.000 descargas, la cifra más baja desde de los últimos tres años.

 

Pero lejos de indicar una tendencia o un posible desgaste del juego independiente en 360, si cogemos las cifras de todo el año y vemos los números que han hecho otros títulos no se puede decir que los indies estén pasando por una mala racha. Ya no es una cuestión de que Minecraft lleve más de tres millones de unidades, que se dice pronto, es que juegos como Tony Hawk -casi 100.000 descargas en su primera semana- o Deadlight -que sumó más de 50.000- han demostrado que siguen siendo apuestas fiables.

 

 

Podríamos reducir la cifra a un mal año de algunos títulos del Summer of Arcade o quizá, si ampliamos las miras, veremos que el juego indie en Xbox cada vez goza de mayor salud. Aunque no le dé para mantener una presencia constante en el mercado, este año ha sido capaz de lanzar un puñado de hits y, a medida que la plataforma madura y se suceden los casos de éxito, no hay ningún motivo para creer que esta tendencia se vaya a generalizar.

 

De hecho, puede que el concepto de Summer of Arcade sea el que salga resentido por el mero hecho de que su función está más que cumplida. Pensado como un método para promocionar los juegos descargables en una temporada en el que el juego físico no goza de grandes lanzamientos, se ha convertido en un nicho para propuestas indies a cada cual más celebrada por la crítica.

 

Envalentonados por los buenos resultados, los indies han salido del armario y han demostrado que pueden hacerlo igual de bien en verano y en invierno. Puede que el Summer of Arcade haya perdido parte de su razón de ser, pero ha logrado su objetivo con creces.  

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