El multijugador local, reducido a reuniones y fiestas
Todos los avances en el panorama del juego online han conseguido que termine por casi desaparecer una de las opciones que más encanto podía llegar a tener de un juego de antaño como era el multijugador, claro que de aquellas no lo llamábamos así sino jugar a dobles. Hoy, salvo en los títulos que pretenden mantener esa esencia de antaño como Dragon's Crown o que, directamente, son remakes o remasterizaciones, como Dungeons & Dragons: Chronicles of Mystara, el juego a dobles o versus local se ha visto muy reducido a la lucha, los deportes o las fiestas.
Con los controles de movimiento y los usos de un mando como mucho más que un mando, las recopilaciones de minijuegos han tenido un momento álgido hace escasos años, un momento en el que parecía que el Wiimote sólo servía para reunir a unos cuantos amigos en casa y hacer el chorra zarandeando la batuta delante de la tele.
Toda la colección de juegos de los Raving Rabbids o Wario Ware, desde luego, parecían mucho más indicados para este tipo de reuniones que para el clásico jugador solitario, pero puede que no lo especificasen con la suficiente claridad. Además, como siempre, llegó un momento en que ninguno conseguía ofrecer nada diferente.
Cuando esta moda de los minijuegos para fiestas parecía un poco mermada e incluso Game & Wario llegaba a Wii U sin pensar mucho en las posibilidades del multijugador asimétrco, aterriza en la eShop un proyecto diferente, Spin The Bottle: Bumpie's Party, un juego al que le puedes dar las connotaciones que quieras, al que te puedes someter o no, pero que va mucho más allá del clásico juego en que los dos señalados por la botella tienen que besarse.
Enciende el juego y apaga la tele, aquí sólo importa el Wii U GamePad y el número de Wiimotes que tengamos para hacer las pruebas. Seleccionamos el número de gente que somos y el número de Wiimotes, y en función de esto, tenemos disponibles un número de pruebas a realizar, con el suficiente roce como para ser divertido pero sin tanto como para llegar a ser obsceno, o al menos, no hasta que alguien elija que lo sea.
El rey, el usuario del Gamepad, elige a quién tiene que hacer la prueba y lee las instrucciones, y el aprovechamiento tanto del Wii U Gamepad como de los Wiimotes y todas sus funciones es prácticamente total. Dos personas en el suelo de rodillas, espalda con espalda, se tienen que pasar el Wiimote por encima de la cabeza y por debajo de las piernas haciendo un círculo en un tiempo limitado, pero sin despertar al animal al que representa el mando, que emite ronquidos por el altavoz y se despierta si el movimiento no es correcto. Pruebas de equilibrio, haciendo sentadillas uno frente a otro, con un Wiimote en cada mano sujetado entre los dos, o algo como exprimir una naranja con la nariz, pulsando uno el botón A y otro el B de un mando que empieza a vibrar, son pruebas que no necesitan tutoriales de movimientos imprecisos como en los mencionados Rabbids, algo que, ya metidos en faena, suele matar la actitud de fiesta.
Sin duda, Spin The Bottle es, de los juegos del género de la chorrada, el que más. Y está concebido únicamente como tal, sin pensar en alguien que va a jugar solo, sino en una pareja o en un grupo o una familia. Vale para todo tipo de reuniones y asegura diversión con hasta quince pruebas que pueden llegar a convertirse en mucho más si la actitud es correcta. Es una pena que se haya perdido eso del quedar para jugar a un beat'em up cualquiera, pero con juegos así da gusto volver a reunirse alrededor de una consola.
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