El mejor mundo abierto es aquel que no te obliga a abrir el mapa
Borderlands 3 es una mejora general de la saga (aunque no una revolución como ya os expliqué) pero peca de un diseño de mapa, radar y marcadores bastante pobre, teniendo en cuenta el género y las sensaciones que quiere provocar en el jugador. Los escenarios abiertos del título cuentan en ocasiones con varios pisos, muchos recovecos y pasillos, e incluso diseños circulares o en espiral. Esto provoca que tratar de seguir el punto de destino mirando únicamente el minimapa en pantalla sea un dolor de cabeza.
Ir de un objetivo a otro en Borderlands 3, en escenarios como estos, se me está haciendo muy cuesta arriba porque debo abrir el mapa cada dos por tres para asegurarme de que estoy tomando los caminos adecuados en todo momento. Y no es porque sea un jugador cómodo que quiera que me den todo hecho, pero creo que corta el ritmo y no cuadra con el género y la experiencia que la propia obra quiere transmitir. El shooter de Gearbox es frenético, quiere que no pares de moverte, de cumplir objetivos, de disparar, de avanzar... pero cada vez que tienes que abrir el mapa toda esta magia se rompe.
No hemos dado importancia en estos últimos años a lo mucho que ha ayudado la línea que marca el camino en los minimapas dentro de algunos mundos abiertos, funcionando como un GPS de verdad. Esto facilita la exploración, hace que el ritmo no se detenga y no produce frustración en ciertos géneros. Por ejemplo, os invito a jugar a GTA San Andreas (donde sólo se marcan los puntos) y después a GTA V (donde aparecen las líneas indicadoras del camino) para que comprobéis su función. No se trata de hacer más fáciles o sencillos a los juegos, sino de que el ritmo y la atmósfera no se corten por la imperiosa necesidad de abrir el mapa.
Hay géneros y juegos donde es mejor que el jugador tenga que devanarse la cabeza para encontrar un camino, e incluso la presencia de cualquier tipo de marcador o ayuda empeora la exploración (por ejemplo, Zelda Breath of the Wild) por eso vuelvo a hacer hincapié en que cada mundo abierto y cada obra en concreto debería saber qué es lo que mejor le viene a la experiencia que quiere transmitir. Borderlands 3 se equivoca en la manera de plantear el sistema de objetivos en su mapa y minimapa, bajo mi punto de vista.
Estudios como Rockstar Games han compredido muy bien la importancia de este pequeño detalle, que al final modifica para bien o para mal la experiencia del jugador dentro del mundo. Red Dead Redemption 2 plantea varias formas de explorar su escenario con distintos tipos de visualizaciones del minimapa e incluso aportando la posibilidad de jugar sin él, pero manteniendo para quien quiera el marcador y la visualización de la ruta (necesario por su intrincado sistema de caminos y desniveles naturales). El mejor mundo abierto es aquel que no obliga al jugador a abrir el mapa cada poco tiempo para cerciorarse de su camino, sobre todo en experiencias como Borderlands 3, que falla en este campo y no ha sabido adaptarse ni evolucionar.
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