El mal de unas opiniones con poca fortuna
Cuando aparece una nueva franquicia, esta siempre corre el riesgo de ser prejuzgada por aquellos que necesitan un chivo expiatorio que justifique de algún modo su falsa imparcialidad. Es algo que siempre ha ocurrido, pero que últimamente, y gracias a las redes sociales, es un pecado más fácil de destapar y que, reconozcámoslo, hace un bien tremendo a los usuarios y a las pobres compañías desarrolladoras que tienen que apechugar con esas malditas y convenidas opiniones.
Remontándonos años atrás, recuerdo con desazón aquellas reseñas que hacía la vieja Micromanía de los juegos de MSX, y con más delito todavía, de aquellos maravillosos cartuchos ROM de Konami para el citado estándar. Y es que los redactores de la mítica primera época de la revista eran capaces de ponerle multitud de trabas a clásicos incunables como Nemesis 2 o Metal Gear, dos de los mejores títulos del sistema japonés. ¿La causa? Tal y como ocurriera en el Reino Unido -aunque a una escala mucho menor-, el MSX en nuestro país era prácticamente coto privado de las productoras españolas (las cintas que venían desde Inglaterra se podían contar a cuentagotas), y el software japonés se veía en sí como una amenaza. Así que nada mejor que ajusticiarlos de mala manera.
Críticas resultantes de intereses varios siempre han habido, como lo que ocurría cuando uno de los primeros responsables de Microhobby -y por consiguiente del grupo editorial de Micromanía- pasó a formar parte de la directiva de Topo Soft… se hacía especialmente evidente el favoritismo hacia los videojuegos lanzados por esta compañía, denotándose más severidad a los publicados por Dinamic, Opera Soft y demás empresas. Pero, años después, con una publicación que se había vuelto mucho más conservadora y poco polémica, se decidía presumir de imparcialidad escogiendo un juego de nuevo cuño, con desarrolladores más o menos desconocidos y, así, cascarles un absurdo rapapolvo. Así lo sufrieron en sus carnes las primeras entregas de Deus Ex y Hitman, a los que Micromanía suspendió en lo que a día de hoy son unas reviews de auténtica risa.
Haciendo memoria, puedo recordar a ese notable juego que es Capitán América Supersoldado, vilipendiado por propios y extraños y que en esta santa casa se le trató como bien merece… confieso que criterios como este fue uno de los que me convencieron a la hora de unirme al maravilloso staff de MundoGamers. Otro caso reciente es el de Inversion, al que a todo el mundo le ha dado por ponerlo a parir y, a mi parecer, no es peor que cualquiera de los Gears of War... A mi parecer, ojo.
Mientras, la moda actual es ir a matar a un más que notable Resident Evil 6, tendencia de la que cabría pensar de manera positiva si se extirpara de ahí un coherente saneamiento en lo que a las opiniones del medio se refiere, pero que, años de experiencia mediante, el que esto suscribe no ve más que una ridícula veda abierta a la que se han sumado muchos "profesionales"... ya sea por desvergonzadas vendettas por parte de bloggers hambrientos de publicidad no satisfecha, por una absoluta falta de personalidad o por, simple y llanamente, ganas de notoriedad.
Multitud de casos pueden aplicarse a una más que comprensible desconfianza generada por los lectores, incapaces de decidirse en base a los distintos raseros de las publicaciones. El usuario curtido ya no sabe si atenerse a piques entre medios o a la verdad más rotunda cuando ve un videojuego "cateado"... y la verdad sea dicha, esto es verdaderamente perjudicial para el sector. Se puede llegar a entrar en una dinámica absurda de tiras y afloja donde la última voz a escuchar puede llegar a ser la del periodista especializado.
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