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El Jeep de Nathan en Uncharted 4 es simplemente perfecto

Ojalá el coche de Final Fantasy XV sepa coger el testigo
Por Rafa del Río

Naughty Dog ha sabido acertar de forma impecable con su última entrega de Uncharted, y Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón me sigue pareciendo una auténtica obra maestra a tantos niveles que sería difícil explicarlo todo en un solo texto. Grandes guiños, impactantes escenarios, una forma de plasmar escenarios cerrados de forma que nos sintamos ante un mundo abierto y, entre todo ello, la sabia implementación de las rutinas de escalada y los vehículos, de los que destaca por motivos propios el jeep. 

 

Cuando sabes qué estás conduciendo

Ya hace unos meses, el amigo Adrián nos habló de lo que él bautizó como 'El Drakemóvil' al comparar el coche de Nathan con el coche oscuro, mastodóntico y 'cañonerro' del señor Wayne en Batman Arkham Knight, haciendo hincapié en una de las cosas más inteligentes que he leído a este respecto: la manía de los videojuegos de que cuando subimos a un coche todo se transforme y, de pronto, la carretera se llene de enemigos, de iconos de carreras y de saltos a lograr a cambio de un premio en metálico.

 

Como bien dijo Adrián, en Uncharted no es así, pero más allá de que en Uncharted el vehículo esté bien implementado y se aleje de lo que nos ofrecen otros juegos, lo importante es que Naughty Dog no sólo ha implementado un coche, ha implementado un jeep, y la sensación al conducirlo es francamente estupenda.

 

 

Aquí necesitamos tracción 

Uncharted 4 nos presta una Madagascar sin pingüinos pero con un terreno accidentado para que corramos a gusto quemando gasolina, y lo hace de forma que sepamos lo que estamos conduciendo y cómo debemos hacerlo. Hay zonas de roca por las que podremos trepar pendientes de más de 45 grados sin despeinarnos, zonas de barro por las que el vehículo derrapará y no podrá ascender; y tierra, árboles a los que enganchar el cabestrante, piedras machacadas en las que aprovechar la tracción a las cuatro ruedas de nuestro vehículo y puentes que, si no tenemos cuidado, se derribarán bajo nuestros potentes neumáticos.

 

La conducción del jeep en Uncharted 4 se convierte en una labor de estrategia y técnica, pero no os confundáis con esto, es increiblemente divertida y todo un pique a la hora de descubrir hasta dónde podemos llegar y qué hay tras esa loma. Por si esto fuera poco, el comportamiento del jeep es terriblemente fiel a la realidad, con la excepción de los saltos y la velocidad que puede llegar a alcanzar, claro. Un comportamiento del vehículo que tiene su igual en el comportamiento de Nathan al subir a él desde cualquiera de sus puntos y el de Sully y Sam, que no dudarán en protestar por nuestra conducción, taparse la cara cuando levantamos barro con las ruedas, asomarse a los riscos si conducimos cerca de un precipicio o ponerse de pie para admirar el paisaje. ¿Entre nosotros? Ojalá Final Fantasy XV lo haga así de bien

 

 

A lo Shadow of the Colossus

La diferencia es abismal, y estamos hablando tan sólo de una sección del todo que es en realidad Uncharted 4: El Desenlace del Ladrón, pero hay una forma en el modo que tiene de plantear la relación entre el héroe y su montura -en este caso vehículo-, que no deja de recordarme a la obra maestra de Team Ico.

 

Es la forma de darnos libertad para recorrer el escenario y, a la vez, dejarnos saber que por el camino hay ruinas, elementos y tesoros que seguramente queramos descubrir antes de seguir con la historia. Y lo mejor es que, como pasaba con el juego de Fumito Ueda, estos tesoros no tienen por qué ser materiales, y lo mismo pueden ser un arroyo perdido entre titán y titán que una cueva llena de lémures, un punto desde el que observar el entorno o una zona en la que poder disfrutar de la naturaleza.

 

Uncharted 4 es una joya, y sigo descubriendo cosas en él mientras avanzo en su historia y pienso en qué será lo siguiente que herán los chicos de Naughty Dog: el lenguaje corporal, la escalada, los vehículos, los escenarios, los diálogos y esa sensación de estar viendo vida a cada segundo que pasa en el juego son lo que hace que Straley y Druckmann sigan siendo unos tipos muy a tener en cuenta en esta generación del videojuego. 

 

¡Nos leemos!


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