El C'Thun no siempre gana

Ya lo comentaba la semana pasada. Con la llegada de Susurros de los Dioses Antiguos, muchas cosas han cambiado en Hearthstone. La expansión ha trastocado la base del juego de manera sutil, pero efectiva. Así, todos nuestros mazos han empezado a configurarse de manera diferente, con una estrategia muy similar, dando igual la clase escogida: todo gira alrededor de nuestro C'Thun. O eso es lo que hemos estado pensando todo este tiempo. ¿Nos hemos equivocado? Bueno, no del todo, pero sí puedo decir que el C'Thun no es la clave de la victoria.

Con la llegada del último parche y un pequeño cambio al Dios Antiguo (ahora, Redención no resucita al C'Thun con la salud aumentada), igual se notará más. De todas formas, y tras un mes de expansión, los jugadores ya empiezan a darse cuenta y su estrategia ha dejado de girar en torno al señor de los tentáculos. Pero, ¿y por qué? ¡Si C'Thun es una carta buenísima! Sólo hay que potenciarlo lo suficiente para sacarlo y, hala, todos muertos. Ah, queridos... Hay que pensar un poco más por qué vamos a invocar a un Dios.

Sí, C'Thun es una carta muy buena una vez está potenciada, pero hasta el momento de invocarlo tenemos que estar preparados para todo. Por ello, hay que saber cómo conseguir la victoria de diferentes maneras, por mucho que el mazo se base en lo que quiera basarse. Así, podemos distinguir dos tipos de “caminos esenciales” para la victoria: Por un lado, si lo que queremos es conseguir la victoria con nuestro C'Thun, debemos elaborar un mazo de distracción; si por el contrario queremos ganar antes de que lleguemos al turno 10, nos tocará construir un mazo agresivo y lleno de cartas “puteantes”. Ya, claro, como si el 98% de los mazos de Hearthstone no estuviese lleno de cartas así.

El mazo de distracción se basa en cartas que potenciarán el Ataque y la Defensa de nuestro C'Thun, pero debemos proteger algunas de estas cartas con otras. Es decir, creando una distracción. Qué lista soy. Para crear este tipo de mazo, primero debemos tener clara la clase que vamos a escoger. Yo recomiendo especialmente al Sacerdote, por su Acólita Encapuchada y al Mago por la Hechicera de la secta. Ambas son cartas muy buenas que potenciarán a nuestro C'Thun en más de una ocasión, y por ello son un blanco fijo para nuestro rival.

¿Cómo evitar que nuestras cartas potenciadoras mueran al siguiente turno? Podemos usar dos tipos de distracciones: La primera, la más básica, se basará en completar el mazo con esbirros con Provocar. La otra opción es añadir esbirros poderosos que llamen la atención del rival. Es decir, que no hagamos del C'Thun nuestro esbirro más fuerte, sino que venga acompañado de bichos que puedan hacerle la vida imposible al adversario, obligándole a usar cartas anuladoras contra éste. Así, los hechizos que guardaba para dejarnos sin C'Thun, se le gastarán antes de que el Antiguo aparezca.

Muchas veces pasa que perdemos antes de llegar a tener 10 cristales de Maná y nos quedamos sin invocar al señor tentacular. Otras, que conseguimos invocarlo, metemos el daño que haga falta, y resulta que el rival tenía una cuarta guardada para destruirlo en el siguiente turno. Cuando eso pasa nos quedamos un poco con la cara partida y sin saber qué hacer. Por ello, hay que saber muy bien cómo equilibrar el mazo para que el C'Thun no sea la base de todo.

Un mazo de distracción puede funcionar muy bien, pero intentar ganar antes de llegar al turno 10 también es una buena estrategia. Lo que más se ve últimamente es un mazo múrloc. Bien elaborado, puede darte la victoria en poco más de seis turnos (más o menos, nunca se sabe), y es perfecto para llevarlo con el Paladín. Desgastando al rival, conseguiremos tenerlo en las últimas mucho antes de que saque su C'Thun. O mejor, antes siquiera de que pueda llegar a fortalecerlo. También, un mazo agresivo necesitará de cartas que destruyan rápidamente a los esbirros enemigos, centrándonos en aquellos que potencien al C'Thun en más de un turno.

Jugar con C'Thun en el mazo suele ser muy divertido, pero a veces es algo frustrante. Lo mejor es guardar cierto equilibrio. Ya sabéis que no se puede confiar en los Dioses Antiguos. ¿Y qué tipo de mazo resulta más divertido? ¿El de distracción o el agresivo? Eso ya depende de vosotros y de vuestra forma de jugar... y de las cartas que os hayan tocado en los sobres, claro.