EA: En la variedad está el gusto

Ya os he hablado de mis resumidas impresiones de la conferencia de Microsoft, un mundo que a mí siempre se me ha quedado grande por no visitarlo demasiado. En cambio, en Electronic Arts me siento como en casa. Si bien todo el mundo estaba pendiente de Star Wars: Battlefront o, incluso, de FIFA 16 los más amantes del género, yo me he fijado más en otras cosas.

 

Need for Speed se encargaba de abrir la gran fiesta que se habían montado los de Reedwood City, aunque no consiguió mucho más de lo ya mostrado en el E3. No, para mí Need for Speed ha pasado bastante desapercibido, más bien como algo personal al haberle perdido el gusto a este tipo de juegos. Pero no pasa nada, el bostezo se me quedó a la mitad nada más ver lo que verdaderamente me tiene hypeada: Mirror's Edge Catalyst.

 

Ya ha comentado mi compañero Mou que esta nueva aventura de Faith le tiene un poco loco. No es al único, la verdad. A mí el juego de Playstation 3 me dejó muy buen sabor de boca, pero con ganas de más. Ahora dicen que Mirror's Edge vuelve con un mundo totalmente abierto y yo eso quiero verlo. Si bien no me encaja demasiado toda la mezcla rara que han hecho con las mecánicas del juego, su estética es tan similar al anterior (por lo que me sigue recordando a Portal) que no puedo evitar desearlo con todas mis fuerzas.

 

Pero no es lo único que se ha llevado mis dieses en esta ocasión. Siempre me ha encantado Plants vs Zombies, y el 2 es el único juego que tengo en el móvil (nunca me descargo juegos para móviles. NUNCA). Porque sí, porque me gusta el rollo de PopCap y es una mini saga a la que llevo jugando desde mi primer año de Universidad, por lo que ¡Ay, the feels! Vale que sea un cambio de estilo por completo, pero la esencia del primero la sigue guardando.

 

Ahora, pongámonos serios. La gran apuesta de Electronic Arts no ha sido ninguno de estos dos títulos que a mí me han dejado soltando billetes antes de tiempo. Lo que verdaderamente me ha robado el corazoncito ha sido Unravel. Yo definiría el trabajo de EA como un Limbo cuqui. Vale, Limbo era cuqui de por sí, así que podemos decir que Unravel es Limbo en color: Adorable, tierno, bonito y sin el toque siniestro de los niños que intentan matarte. Esa madejita de lana moviéndose entre hojas, agua, piedras y ramitas a mí me ha dado muchas ganas de abrazarla. Y algo tan pequeñito es la gran apuesta de la compañía porque me parece muy arriesgado vendernos algo como indie perteneciendo a uno de los gigantes del mercado.

 

Cuando una empresa de alto nivel hace algo así, o lo hace muy bien, o todo el mundo le odiará para siempre. Por lo pronto, y por lo que he podido ver, no creo que nadie pueda odiar a Electronic Arts después de traer una maravilla visual como Unravel. El juego parece simple, y a la vez está cuidado con sumo detalle, lo que podría convertirlo en un “indie” de máxima categoría.

 

Resumiendo, ni Scalebound ni Quantum, ni Illidan, ni leches. Para mí, la Gamescom este año la ha ganado Electronic Arts. Por la variedad, por alcanzar todos los gustos, por traer semejante monería como es Unravel. Mis dieses y mi cartera son para ti, EA.

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