E3 2015 - En Kingdom Hearts III se han pasado con las chorradas de Disney
La primera vez que oí hablar de Kingdom Hearts me dio un escalofrío. '¿Square Enix con Disney? ¿Pero qué híbrido monstruoso va a salir de algo así?'. Luego llegó el primer tráiler y me di cuenta de que podía ser algo muy grande, y hasta llegó a convertirse en uno de mis juegos favoritos, incluso llegué a cogerles cariño a Donald y Goofy, siendo personajes que ya odiaba desde años atrás. No, mi odio a Mickey Mouse sigue ahí, y su aguda voz sigue resonando en mi cabeza en contra de mi voluntad.
La cosa es que la combinación quedó muy bien. Personajes de Final Fantasy con personajes de Disney, a unos los invocabas, a otros te enfrentabas... Era divertido. Con Kingdom Hearts II y los derivados de la saga (mi favorito: Birth By Sleep) pasó más o menos igual: una perfecta mezcla entre estos dos extensos universos convirtieron el mundo de Kingdom Hearts en algo único y muy mágico. Pero me parece a mí que a Disney se le está yendo de las manos lo de dejar ver quién es el que lleva la voz cantante.
Al ver el gameplay de la tercera aventura de Sora me he quedado muy hypeada. Coñe, es que a mí estos juegos me gustan mucho, y lo que se ha mostrado me ha encantado. Hasta que llegamos a las peleas y nos flipamos un poquito. Primero la llave espada, que cada vez lanza más luces de colores, ahora se transforma en pistolas, en bazooka y hasta en Pegaso. Pero lo que más me choca son las atracciones de Disneyland. ¿De verdad era necesario todo este derroche de 'publicidad' en el juego?
Que sí, Disney, que molas y que algún día iré al parque de atracciones (cuando sea millonaria), pero no hace falta que nos recuerdes por todas partes 'esto es lo que tenemos, así que espabila, que te lo estás perdiendo'. No os voy a negar que queda hasta chulo el espectáculo de la invocación – porque supongo que es una invocación – del tren, del barco o las tacitas, pero sigue sin encajarme del todo. Esto sólo me transmite que Square Enix está cada vez más en segundo plano en el mundo de Kingdom Hearts, y eso no me gusta tanto.
Pero miremos el lado positivo. Estoy muy contenta con el nuevo traje que muestra Sora en el gameplay, ya que parece que por fin ha terminado la enfermiza obsesión con las cremalleras (que en la segunda entrega alcanzó su límite). También los dos chicos misteriosos que juegan al ajedrez al más puro estilo de El Séptimo Sello me resultan interesantes. No obstante, nos queda muuuuucho por delante antes de que podamos comprobar si lo son realmente, o si ese tren de Disneyland de verdad sirve para algo.
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