Dragon Ball Z: Kakarot y la comida como sistema de progresión

Hablemos de un gusto universal: la comida. Concretamente, de la vena gourmet que ya lleva un tiempo asomando la cabeza en los videojuegos, con títulos en los que experimentar con los ingredientes como The Legend of Zelda: Breath of the Wild o, también, con obras en las que deleitarse con platos fotorrealistas como Final Fantasy XV. La cosa hoy va de Dragon Ball Z: Kakarot y de su sistema de progresión, porque ahora sabemos que podremos subir de nivel amontonando platos con Goku, como en la serie. 

 

Así lo demuestra el vídeo añadido a continuación, donde se ve que habrá varias maneras de incrementar los stats y -aquí lo interesante- una de ellas es llenar bien la panza. Podremos comer algo en plena exploración -en plan recoger frutos de un árbol-, acampar, parar en diferentes puntos de comida en los que pedir platos concretos o incluso volver a casa para que Chichi nos prepare un tentempié especial. No todo iban a ser toñas.

 

 

Lo interesante de este apartado no es solo que adapta fielmente al Goku que todos conocemos, un personaje incapaz de ponerse a luchar sin la barriga llena, es que se trata una trabajada interpretación de los power-ups para que estén introducidos de forma coherente en el juego. Es una mecánica adicional que no se siente como tal. Francamente, es genial saber que más allá de los puñetazos y las patadas también podré irme a pescar con Goku -¡usando la cola!- para luego acampar junto a Piccolo, con el típico trozaco de carne pinchado en un madero.

 

Sabiendo que el juego iba a tener elementos propios del RPG, francamente tenía miedo. Lo primero que pensé es en cómo se iba a llenar de extras metidos con calzador, en lo fácil que hubiese sido ofrecer un abanico de items disponibles en una tienda para que el jugador simplemente pasase por caja y los consumiera, cual tendero en un Final Fantasy. Pero no, se han tomado la molestia en cuidar este apartado, añadiéndole hasta pequeñas escenas cinemáticas en las que Goku se pone las botas.

 

 

No sabemos cómo saldrá la cosa, y sigo dubitativo tras mi primer y breve contacto con el juego en la NiceOne Barcelona. El combate funciona bien dentro de lo fácil que es el control, y todavía pienso que Cyberconnect2 ha bajado un pelín el listón gráfico si nos paramos a mirar lo que hizo con Naruto. Pero todo es una balanza, más en un juego así, y parece que DBZ: Kakarot se ha molestado en querer ofrecer variedad. Y si no es de la buena, como mínimo que sea graciosa. Esta, desde luego que lo es.

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