Dos días con The Division
Llevo dos días escasos jugando a The Division, alrededor de 8 horas en total entre ambos juegos, y desde luego no estoy preparado para hacer un análisis ni nada por el estilo – además, eso le tocará a nuestro vallecano de voz aterciopelada –, pero creo que es un buen momento para pararse a hablar de cómo arranca el nuevo juego de Ubisoft y de lo bien que me lo estoy pasando a pesar de los muchos defectos que le estoy viendo.
En primer lugar, ando encantado con la ciudad, con Nueva York. Tras salir de Brooklyn, la primera pequeña zona en la que jugamos, el mundo abierto de The Division empieza a brillar rápidamente y es la mejor manera en la que se distancia de Destiny. A cada paso por la ciudad, es muy fácil distraerse con cualqueir tontería y encontrar algo que hacer, siempre con una recompensa detrás, algo que desde luego puede beneficiar a The Division muchísimo a largo plazo.
También me gustan los menús, algo estúpido a decir de un videojuego, pero me meten mucho en el juego. No es como en Watch Dogs, donde los menús eran invasivos al intentar estar integrados en el mundo. Aquí, las indicaciones para cubrirse, para superar un objeto, para recoger un ítem, todo resulta muy estéticamente placentero y útil, no he sentido que nada haya respondido como no debía salvo por mi torpeza en los primeros compases del juego.
La historia, de momento, me da un poco igual, porque voy de un sitio a otro perdiéndome en los detalles de la ciudad y haciendo un poco lo que me sale de ahí mientras comparo compulsivamente objetos. Curiosamente, el elemento RPG de The Division es muy, muy potente en este sentido, y no podría estar más satisfecho de ello. Los tiros no lo son todo y eso hace que también se diferencia bastante de Destiny.
No voy a hablar de lo mala que es la inteligencia artificial del juego por que me consta que Alex quiere hacer eso mismo. De momento, sabed que es mala, pero no es lo peor del juego. Para empezar, los servidores van un poquito de pena y yo he tenido constantes desconexiones en PC, algo bastante feo puesto que el juego siempre es online.
Me saca más de quicio que no siento que ningún enemigo esté siendo realmente memorable en estos primeros momentos. Destiny te lanza a la cara un montón de razas con sus diferencias, pero aquí todo el mundo es un headshot con patas. Espero que esto cambie.
Así que de momento, bien con The Division. Es divertido, puede ser prometedor y tiene mucho contenido, algo que sin duda puede llamar la atención del jugador medio porque podrá estar bastantes horas pegando tiros en un sitio muy bonito cuyo nombre es Nueva York y acompañado de amiguetes. Aún tengo que jugar con algún compañero, pero es que tengo al versión de PC, no la de consola. Funciona en uPlay, no en Steam, encima.
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