Destripan Rebirth mediante atajos
Como ya he comentado en el podcast, The Binding of Isaac: Rebirth me tiene enganchado a la PSVita. El porqué lo tiene esa combinación de dual stick shooter y rogue like en la que cada partida es distinta gracias a los objetos que nos vamos encontrando. Que la jugabilidad, ritmos y mecánicas cambien tanto a través de los ítems que adquirimos es una maldita genialidad.
La gracia de Rebirth está en su remozado gráfico, sí, pero sobretodo se halla en la monstruosa cantidad de contenido que tiene en su corazón. Hablo de enemigos, objetos, escenarios, bosses, situaciones, personajes a desbloquear, etc, etc, etc. Es un maravilloso decálogo de buenas maneras, de contenido que invita a ser descubierto a través de divertidas partidas. Y eso es una maravilla, más si comprendemos que a los suscriptores del Plus les ha llegado de propina por el pago del online (ahora es así).
Pero Edmund McMilen está triste y es que toda esa cantidad de secretos ya ha sido desvelada en cuestión de días, no de meses o años, como él planeaba. Resulta que la semana pasada un grupo de usuarios ha accedido al corazón del juego, desvelando todos estos entresijos sin llegar a ellos del modo que el creador y su equipo quería.
Dice estar descorazonado, y no es para menos. Un buen diseño de secretos no se refiere al secreto en sí; al arma, objeto o personaje que se obtiene, si no al modo de conseguirlo. Y en este Rebirth, conseguir desvelar los enigmas del juego, se deja disfrutar.
No es como si estuviéramos hablando de la sección de Final Fantasy X en la que toca esquivar más rayos que nubes tiene el cielo para obtener un arma especial; no hablamos de una manera descarada de alargar la duración del juego, sino de la esencia del juego en sí: una mazmorra en la que ir desentrañando, poco a poco, los misterios que tiene en su interior.
Es curioso que un jugador prefiera cargarse toda la experiencia por llegar al final de un plumazo. De nuevo, si hablamos de equipo o de cositas que no son divertidas conseguir, hasta puedo comprender estas artes (bueno, no, pero lo digo por hacer de abogado del diablo), pero cuando el juego se basa en ello, ¿qué sentido tiene? Pues alguno ha de tener, puesto que llegar a estos puntos del juego parece ser la clave de las microtransacciones y micropagos de ciertos títulos. ¿Estamos perdiendo el gusto a disfrutar del camino en lugar de gozar solo con el final? Pues es una lástitma, porque por poner un ejemplo, lo mejor de acabar con las Armas de Final Fantas VII no era derrotarlas en sí sino conseguir el chocobo de oro, los caballeros, el corte x 4 y levelearlo. Y el final era algo que nunca querías que llegara.
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