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Dead Cells, el plataformas donde la muerte sólo es el principio

Y vuelta a empezar
Por Kysucuac

¡Cómo me gustan los videojuegos de plataformas! Ay, si al final va a resultar que me gusta todo. Y es verdad, si quitamos los títulos más terroríficos (sobre todo si son en realidad virtual). Pero es que el género de plataformas me pirra, y fue prácticamente el encargado de contagiarme de toda esa fiebre de los videojuegos. ¿Qué puedo decir? No tengo remedio.

 

Así, con ese amor por este tipo de títulos, es cómo centro ahora mi atención en Dead Cells, un videojuego que reconoce ser fruto de una inspiración en Castlevania, pero que es capaz de aportar su propio estilo, cosa que, en este género, se agradece. En este caso, lo que hace especial a este juego es la importancia de la muerte.

 

Igual me ha quedado un poco emo esa frase final, ¿no? La importancia de la muerte, uy, qué mal rollo. Peeero, nada más lejos de la realidad. La muerte en Dead Cells es la mejor herramienta de aprendizaje. Algo así como en Dark Souls, pero con menos mala leche. Creo. De esta manera, se rompe con el estilo tradicional del género (y se rompe también con Castlevania, de paso) para dar paso a una idea muy buena: Muere y aprende. Eso queda también muy de Illaoi, pero hoy no estoy aquí para hablar de League of Legends.


 

No podrás repetir los mismos errores. No, en serio, no puedes.

 

Siempre que estamos en un juego de estas características y morimos, pensamos: “bueno, tengo que hacer esto, evitar aquello y no coger por allí”. Pero eso es algo que nos puede funcionar en Sonic o en Limbo. Aquí no, queridos. Aquí no. Y es que en Dead Cells, cuando morimos, todo cambia. Cambia nuestra perspectiva de ver la vida, sí, pero cambia también algo menos poético: el nivel en el que nos encontramos.

 

Sí, amigos, con cada muerte se modifican los niveles, por lo que en cada momento nos vemos sorprendidos por una situación que desconocemos. De repente, todo cambia, así que a los jugadores nos toca saber adaptarnos y, sobre todo, basarnos en nuestros reflejos para poder seguir adelante. Esto pinta demasiado bien, ¿no os parece?

 

La idea de que tras cada muerte nos encontremos con un nivel diferente (ojo, que no tiene por qué ser un cambio radical de nivel, con unas pocas modificaciones también nos vale) profundiza más en la exploración, algo que sí tiene cabida en los plataformas, por mucho que algunos no lo crean así. Además, nuestro personaje irá desbloqueando nuevos poderes conforme vaya superando niveles (o sobreviviendo a ellos… a su manera); poderes con los que podrá centrarse más en esto que os digo de explorar el lugar, descubriendo lugares ocultos y ese tipo de cosas que tanto nos molan.


Detrás de todo esto nos encontramos a Motion Twin, un estudio indie fundado en 2001. Quizás no os suene a muchos, pero yo por ejemplo le dediqué mucho a My Brute, que es súper adictivo (si tienes 15 años, ahora igual no tanto. O sí, me da miedo comprobarlo). Ahora los franceses se preparan para lanzar este original Dead Cells, disponible a partir del 10 de mayo en Steam, así que apuntaos bien el nombre, porque esto promete.


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