De regreso a The Witcher 3

Aprovechando que esta semana no he tenido que jugar a nada en concreto (después de bastante tiempo) ni he comprado nada nuevo, he dedicado mi tiempo libe a regresar a The Witcher 3 Wild Hunt con una única intención: volver a tener fresca su jugabilidad y su mundo antes de enfrentarme a la primera expansión, Hearts of Stone, que compraré el próximo 13 de octubre sí o sí. Aunque al final me he liado y he terminado haciendo, precisamente, aquello que os dije que no iba a hacer. 

Efectivamente, he empezado una Nueva Partida Plus, que fue una de las últimas características que CD Projekt RED introdujo al juego y que nos permite volver a comenzar una partida con el mismo nivel y el mismo equipamiento pero enfrentándonos a una mayor dificultad. ¿Por qué he empezado otra partida cuando sé perfectamente que no me dará tiempo a terminarla? Pues por una razón muy sencilla: seguir con la partida que tenía y que hace meses que no veía me costó mucho. No supe readaptarme rápido al juego ni a encontrar motivación para cumplir los objetivos secundarios que me quedaban sueltos (no demasiados, a decir verdad), así que he decidí empezar otra partida, que es la mejor forma de rememorar lo mucho que me gustó The Witcher 3. 

Cabe destacar que después de jugar a Metal Gear Solid V The Phantom Pain, con su increíble nivel técnico y unos 60 fps fijos, me ha costado también adaptarme a esos 30 fps de The Witcher 3 muy poco estables (las bajadas son muy numerosas) y aunque no soy muy sibarita en ese sentido (puedo seguir jugando sin problema) parece que tantas horas junto a Big Boss han servido para que sepa apreciar todavía más el increíble trabajo realizado por Kojima Productions, también en el sentido de su ausencia de bugs. Porque The Witcher 3 sigue teniendo bugs, y no pocos. 

Pero bueno, tampoco quiero centrarme solo en eso (que ya os digo que tampoco me molesta) pero sí quiero destacar la capacidad que tiene The Witcher 3 Wild Hunt para atraparme sin remedio. Es uno de los pocos juegos que en los últimos años ha conseguido que juegue muchísimas horas seguidas sin cansarme, y lo ha vuelto a conseguir en esta segunda vuelta, a pesar de que ya conozco la trama y no me sorprende nada tanto como antes. Pero es un juego que me cautiva: cada conversación, cada elección, cada bello paisaje que recorrer, cada encuentro, cada detalle... es un juego increíble. 

Seguramente hable sobre ello alguno de los próximos días de forma más extensa, pero creo que The Witcher 3 Wild Hunt, junto a Metal Gear Solid V The Phantom Pain, son mis juegos favoritos de lo que llevamos de generación. Además, creo que son los únicos que por el momento me han dado la sensación de que innovan y aprovechan las nuevas tecnologías, y ya no solo en términos gráficos. Ha sido un placer reencontrarme contigo, Geralt.